Vendaval ofensivo de Golden State para colocarse por delante en la serie

San Francisco (NBA maniaca.com).Tras dos partidos muy igualados en Memphis, se esperaba con expectación qué podían ofrecer los Warriors jugando en su cancha. Pues bien, en la primera oportunidad han machacado a los Grizzlies con un ataque desatado que no ha dado opción a su rival hasta el 142-112 final.

Con un 63,1 por ciento en tiros de campo, un 53,1 por ciento en triples y un 90,1 por ciento en tiros libres, los chicos de Steve Kerr han hecho que la canasta de los de Tennessee eche humo. Siendo fieles a la realidad, Memphis aguantó bien el primer cuarto (lo terminó dos puntos arriba), pero a partir de ahí todo fue rodado para Golden State. 38, 37 y 41 puntos en los tres cuartos finales fueron una losa demasiado pesada para los Grizzlies, que naufragaron en su intento de estar metidos en el partido hasta las últimas posesiones.

Gran parte del cambio que dieron los Warriors estuvo en las manos de Klay Thompson. Tras acumular un 11 de 38 en los dos primeros partidos de la eliminatoria, anoche concluyó con un 8 de 13 (4 de 6 en triples) para firmar 21 puntos y 9 rebotes. Steve Kerr tenía claro que este momento llegaría.

«Cuando conseguimos buenas posiciones de tiro, las posibilidades de que Klay se caliente son mucho mayores, y cuando se calienta, nuestro equipo adopta un aspecto diferente. Simplemente nos volvemos mucho más difíciles de defender», expresa el head coach de los de San Francisco.

Junto a la aportación de Thompson no faltaron los 30 puntos de Stephen Curry ni los 27 de un Jordan Poole que estuvo simplemente letal desde el banquillo. Entre los tres acumularon 78 puntos. Son el motor ofensivo de un equipo que anoche estableció con un 63,1 por ciento en tiros de campo el récord histórico de la franquicia.

Lesión de Morant y más polémica

Ja Morant finalizaría su actuación en el Game 3 con unos fantásticos 34 puntos y 7 asistencias, pero no pudo acabar el partido sobre la pista. A falta de siete minutos para el final, con los suyos 18 puntos abajo, una presión de dos jugadores de Golden State acabó con Jordan Poole agarrando su rodilla derecha, justo la que se lesionó pocas semanas antes de playoffs. El base se marchó a vestuarios con una ligera cojera que hace pensar que algo no está del todo bien en su articulación. Acabado el partido, compartió en Twitter un vídeo de la acción con la palabras «rompió el código» en alusión a lo que dijo hace días Steve Kerr sobre Dillon Brooks. Rápidamente eliminó tal publicación, pero el sentir de los Grizzlies va en esa línea.

«Está siendo evaluado ahora. No hay nada más que decir. Solo hemos visto la repetición. Estaba en movimiento tras realizar un dribling y Jordan Poole le agarró la rodilla y tiró de ella, lo que desencadenó lo que sucedió después. Voy a tener mucha curiosidad por ver qué sucede después de eso», comenta respecto a si habrá consecuencias.

Jordan Poole asegura que fue por el balón y que en ningún caso quiso lastimarlo, versión que apoya su compañero Klay Thompson. «He pasado por una dura lesión en la rodilla y no creo que Jordan haya tenido ninguna intención maliciosa. Ni siquiera creo que sea lo suficientemente fuerte como para afectar a la rodilla de alguien. En ningún estamos intentando lastimar a la gente o tratando de golpearle en la parte posterior de la cabeza en un contraataque. Jugamos el juego de la manera correcta», sentencia el escolta.

 

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