LOS ANGELES (NBAMANIACS.com).-Del 106-102 al 108-102. Poco cambió en cuanto a resultados el segundo enfrentamiento entre Lakers y Clippers en dos días, que volvió a saldarse con victoria de los de Redick por un resultado casi idéntico. Las formas, no obstante, fueron muy diferentes. Y de no ser por pequeños detalles, también lo habría sido el resultado.
Distinto camino, mismo destino
En el primer encuentro, vimos a un Doncic que tardó en entrar en el partido, un LeBron dominante, unos Clippers que basaron su ofensiva en nutrir a Zubac tras pick & roll y un marcador que prácticamente nunca mostró diferencias de dos dígitos. Elementos que poco a nada tienen que ver con lo que se vio en el parqué esta madrugada.
Primera (mini) explosión de Doncic
El Crypto Arena llevaba ya unos cuantos partidos deseando vivir el primer tramo de locura de Luka Doncic. Uno de esos en los que cada posesión se convierte en una canasta más inverosímil que la anterior y al rival no le queda otra que pedir un tiempo muerto antes de ser enviado a la lona entre risas y trash talking. Y hoy no se llegó a ese límite, pero sí tuvieron el prime aperitivo.
El esloveno dio inicio al partido con dos triples y un 2+1 en apenas cuatro minutos que empezaron a construir la ventaja local. Y no paró ahí, porque tras un par de pérdidas que enfriaron el ambiente, volvió a caldearlo con otro triple que le hizo llegar a 12 puntos en el primer cuarto, recuperando a ese Luka que dinamita los partidos desde el principio que tantas veces se vio en Dallas.
Su buen inicio empezó a marcar el tono para unos Lakers que, sin embargo, dominaron la primera mitad sobre todo a través de su defensa. Mucho mejor cerrados sobre Zubac que hace dos noches, hicieron colapsar el ataque de los Clippers, que tuvo muchos problemas para sumar y permitió a los locales empezar a abrir la diferencia incluso cuando Doncic se apagó.
Y es que, con Kawhi como única referencia, los de Tyronn Lue sufrieron especialmente en un fatídico segundo cuarto en el que no pasaron de los 15 puntos (10 de ellos de Leonard), y si la diferencia al descanso fue de unos manejables 13 tantos fue porque LeBron aún no se había activado y Luka se olvidó de aportar en ataque en el segundo cuarto.
A la lona… pero no K.O.
La diferencia, no obstante, no iba a tardar en hacerse menos manejable en cuando Doncic, con las pilas cargadas tras el descanso, recuperó su versión arrolladora. Volvían los triples inverosímiles, los pases milimétricos de un lado a otro de la pista, las jugadas en las que atraía la atención de los cinco defensores antes de poner un alley oop. En resumen, volvía Luka Doncic. Y con él, la diferencia se catapultó hasta unos 21 puntos que parecían indicar el game over.
Pero el base no fue el único en revivir tras el descanso. El ataque de los Clippers pareció también revitalizado y sumó en apenas 12 minutos casi tantos puntos como en toda la primera mitad, lo que les permitió responder rápidamente al parcial de los de Redick y empezar a recortar distancias. Y no tanto a través de su ataque como de su defensa.
Es esta la que los ha mantenido a flote durante toda la temporada regular y fue la que casi les devuelve a la vida esta vez. Los de Lue pagaron con su medicina a los locales y les hicieron pasar por tramo de atasco, tramos a los que sin embargo sobrevivieron algo mejor dada la vital contribución de Vanderbilt en el rebote ofensivo y a un Dalton Knecht que ejerció de desatascador de lo largo de la noche. Y, sobre todo, porque a los Clippers les tembló el pulso a la hora de rematar la faena.
Kawhi firmó su mejor partido de la temporada, no solo por lograr su mejor marca personal sino por su protagonismo y su decisión. Pero estas virtudes no estuvieron presentes en el resto. El 2/10 en triples del último cuarto, varios de ellos sin ninguna oposición, les impidió rematar la faena. Uno o dos aciertos más y estaríamos hablando de otra cosa. Pero en el deporte no se vive de hipotéticos.
El tapón salvador
Uno de esos detalles que pudo cambiar el curso de la noche tuvo lugar a falta de poco más de medio minuto, después de que Kris Dunn robara un balón a Doncic y corriera al aro contario a por una bandeja que habría colocado a los Clippers a una sola posesión. Pero, con solo ver quién corría detrás de Dunn, los presentes ya sabían lo que iba a pasar. Lo habían visto ya muchas veces como para no intuirlo.
El tapón de LeBron, que por milímetros no fue ilegal, evitó que el marcador se apretara hasta límites demasiado incómodos, truncando el sueño de remontada de unos Clippers combativos que al menos se llevan la buena noticia de que Kawhi vuelve a parecerse a sí mismo. Pero por desgracia, no pudo celebrarlo llevando a los suyos a la victoria.
Jugadores destacados
Estos fueron los hombres que más brillaron durante la noche.
Luka Doncic
Con altos muy altos y bajos en los que fue bastante invisible, Luka no vivió una noche redonda pero sí una en la que ejerció de líder indiscutible de los Lakers con 29 puntos y 9 asistencias. Pese a que le costó producir en el último cuarto, sus viajes a la línea de tiro libre y una buena canasta sobre Dunn valieron para mantener la ventaja.
Kawhi Leonard
Aunque ha tenido noches de buenas cifras anotadores, en varias de ellas se ha limitado a un juego con menos balón y en el que no es tan protagonista. No fue el caso. El alero tomó las riendas del equipo cuando más lo necesitaban y, con sus 33 tantos, estuvo cerca de comandarlos a una proeza.
Dalton Knecht
Sus cinco triples le hicieron acabar como segundo máximo anotador local. El último de ellos fue una bocanada de aire fresco en último cuarto en el que nada estaba fluyendo para los de Redick.
