Santo Domingo.- El presidente de la República, Luis Abinader, calificó como absurda la denuncia realizada por Amnistía Internacional (AI) sobre las políticas migratorias «racistas» en República Dominicana, donde pidió al gobierno cumplir con sus obligaciones internacionales de respetar y garantizar «el derecho a defender derechos humanos sin discriminación de quienes luchan contra el racismo estructural en el país«.
«Eso es absurdo, imagínate en una sociedad de raza mixta, de mulatos que es la inmensa mayoría de los dominicanos, eso es absurdo. Amnistía lo que tiene es que trabajar y hacer lo que tiene que hacer, que sea un vocero a favor de pacificar Haití«, expresó el mandatario dominicano durante su encuentro con la prensa en LA Semanal.
Anteriormente, Amnistía Internacional dijo que Las autoridades dominicanas «deben actuar contundentemente frente a las crecientes amenazas contra personas defensoras de los derechos de personas migrantes haitianas, dominicanas de ascendencia haitiana en situación de apatridia y afrodescendientes», señaló en un comunicado la directora para las Américas de AI, Ana Piquer.
De lo contrario, afirmó, «estas podrían derivar en violencia física y el silenciamiento permanente de una parte de la sociedad civil dominicana».
De acuerdo con Amnistía, las autoridades locales «deben poner fin a las declaraciones, prácticas, políticas y decisiones antiderechos humanos que favorecen la persistencia del racismo estructural y que han producido un entorno habilitante para la discriminación».
Esto incluye garantizar el derecho a la nacionalidad de los dominicanos de ascendencia haitiana que quedaron en situación de apatridia por una sentencia del Tribunal Constitucional de 2013 y poner fin «a la política migratoria racista que se basa en expulsiones colectivas de personas haitianas y el perfilamiento racial contra personas negras», añadió.
Asimismo, deben abstenerse de emitir declaraciones estigmatizantes contra los migrantes haitianos y los dominicanas de ascendencia haitiana, lo que implica «dejar de negar y reconocer las arbitrariedades y violaciones de derechos humanos cometidas en el marco de una política migratoria racista», agregó.
También han de «dejar de señalar a la población migrante haitiana como la responsable de la precarización de servicios públicos como la educación y la salud».