ISLAMABAD ( EFE).- El Gobierno de Pakistán anunció este miércoles que al menos ocho personas murieron y 35 han resultado heridas tras los disparos de varios misiles contra objetivos por parte de la India, mediante la iniciada Operación Sindoor.
“Se han llevado a cabo un total de 24 ataques en seis lugares en los que ocho civiles han muerto y otros 35 civiles han resultado heridos y dos están desaparecidos», dijo en una rueda de prensa el director general del servicio de medios del Ejército paquistaní, Ahmed Sharif Chaudhry
De igual manera, Chaudhry confirmó que todos los aviones de combate de su país están operativos, mientras que desde la India reportaron ataques de artillería provenientes de Pakistán, escalando las tensiones en la disputada región de Cachemira.
El ataque con misiles busca responder directamente a las operaciones militares indias, iniciadas en la jornada como represalia “tras el brutal ataque terrorista de Pahalgam, en el que fueron asesinados 25 ciudadanos indios y un nepalí”, de acuerdo con el comunicado del Ministerio de Defensa de la India.
La escalada militar marca un nuevo capítulo en el conflicto bilateral, que ha visto un aumento de hostilidades tras el atentado en Cachemira el pasado 22 de abril de 2025.
Las tensiones de lado y lado, ambas potencias nucleares, se han agudizado tras ese ataque en Cachemira, región administrada por India.
Al respecto, Nueva Delhi atribuye la ofensiva en Cachemira a grupos respaldados por Islamabad, acusación que Pakistán niega.
Agregado a ello, el domingo India restringió el suministro de agua desde la presa de Baglihar, medida que suma una serie de acciones implementadas con el objetivo de “castigar” a Islamabad en varios frentes.
Las compuertas de los aliviaderos de la presa de Baglihar, ubicada en el río Chenab, fueron cerradas para limitar el flujo de agua hacia la provincia de Punjab en Pakistán.
Un oficial indio declaró a los medios que, aunque el corte sea breve, busca demostrar la determinación de su país de tomar medidas coercitivas en todos los ámbitos.
En tanto, las autoridades paquistaníes han elevado el nivel de alerta militar, anticipando posibles contraataques indios, una movilización que no solo incluye aviones, sino también sistemas de defensa terrestre, agrega la prensa local.
Desde el atentado de abril, ambos países han intensificado sus demostraciones de fuerza, frente a ello la Organización de Naciones Unidas (ONU) y naciones como China han instado a la moderación, pero las acciones militares recientes sugieren un riesgo de escalada mayor.
Asimismo, los esfuerzos diplomáticos de mediación, liderados por Qatar y Turquía y otras naciones como Irán, buscan evitar un conflicto abierto que podría generar riesgos mayores en la región.