TEXAS (NBAMANIACS.com).-El hype alrededor de Cooper Flagg y su elección por parte de Dallas Mavericks no entiende de límites. Es normal. Hablamos de un jugador llamado a marcar época en la NBA y que además arriba a la franquicia de Texas pocos meses después de la turbulenta salida de Luka Doncic. Con tal escenario, el entrenador del equipo, Jason Kidd, no esconde cuál será su arriesgada estrategia con el número 1 del draft.
Lejos de entender que simplemente dejar fluir su talento hará que todo su potencial aflore, el head coach de la organización de Texas pretende explorar los límites de su pupilo y ponerle en un verdadero compromiso, el ser desde primera hora la pieza que genere el juego del equipo.
«Quiero ponerlo como base. Quiero que se sienta incómodo, ver cómo reacciona y que acabe siendo capaz de controlar el juego. Está bien fallar. Está bien perder el balón. No pasa nada», recalca el técnico durante la rueda de prensa de presentación del exjugador de la Universidad de Duke.
Lo cierto es que Flagg arriba a la NBA con la vitola de ser un jugador total, uno con un enorme físico, capaz de anotar desde cualquier parte de la cancha y cuyo IQ le permite igualmente crear juego para sus compañeros. No en vano, cerró su campaña college con un promedio de 19,2 puntos, 7,5 rebotes y 4,2 asistencias por noche. Kidd quiere trabaje en sus habilidades con el balón en las manos.
«Podemos decir que su posición en pista es versátil y que ofrece muchas posibilidades. Realmente creo que podemos jugar un baloncesto muy bueno sin posiciones fijas», subraya.
Cooper Flagg, preparado para el reto
Tomando la palabra, Cooper Flagg mostró el temple que le caracteriza, pero también su deseo de crecer y convertirse en ese enorme jugador que tantos esperan, algo para lo que contará con la oportunidad de aprender junto a veteranos como Kyrie Irving, Klay Thompson y Anthony Davis. «Será una oportunidad increíble aprender y crecer con ellos», explica.