REDACCION SALUD.- Una nueva investigación publicada en la revista científica Sleep sugiere que mantener relaciones sexuales podría superar en efectividad a los medicamentos para dormir en el tratamiento de problemas del sueño, gracias a procesos hormonales naturales que favorecen el descanso.
El estudio, que analizó las respuestas de 53 adultos con edades predominantemente entre 25 y 49 años (53% mujeres), encontró que tres de cada cuatro participantes experimentaron una notable mejora en su calidad de sueño después de tener actividad sexual. Además, casi dos tercios de los encuestados consideraron que esta práctica igualaba o superaba la efectividad de los somníferos convencionales.
Los investigadores atribuyen estos beneficios a la liberación de compuestos químicos específicos durante la intimidad. La oxitocina y las endorfinas, conocidas popularmente como «hormonas del bienestar», desencadenan respuestas fisiológicas que reducen los niveles de estrés y promueven estados de relajación profunda, facilitando así la transición hacia el sueño reparador.
Sin embargo, los científicos reconocen limitaciones importantes en su análisis. El equipo de investigación no evaluó los componentes psicológicos asociados con las experiencias sexuales, advirtiendo que individuos con vivencias negativas en este ámbito podrían no experimentar los mismos beneficios, e incluso enfrentar mayores dificultades para conciliar el sueño.
Contexto del problema del insomnio
Esta investigación cobra relevancia considerando que el insomnio crónico representa un desafío de salud pública global, afectando a más del 16% de la población mundial según estimaciones actuales.
Beneficios adicionales de la actividad sexual regular
Más allá de los efectos sobre el sueño, los especialistas identifican múltiples ventajas para la salud integral:
Sistema cardiovascular: La actividad sexual regular fortalece el funcionamiento cardíaco y optimiza la circulación sanguínea, potencialmente reduciendo riesgos de enfermedades coronarias.
Prevención oncológica: Estudios sugieren que mantener una vida sexual activa, particularmente en hombres, puede disminuir la probabilidad de desarrollar cáncer de próstata mediante la eliminación regular de toxinas a través de la eyaculación.
Fortalecimiento inmunitario: Las personas sexualmente activas desarrollan mayor resistencia a enfermedades infecciosas debido a la producción aumentada de inmunoglobulina A, un anticuerpo que combate patógenos comunes como virus gripales.
Alivio del dolor menstrual: La liberación de endorfinas durante la actividad sexual puede funcionar como analgésico natural, reduciendo significativamente las molestias asociadas con el ciclo menstrual.