Redacción. -Eliminar la grasa en los brazos es una preocupación frecuente tanto en quienes buscan mejorar su salud como en los que desean un cambio estético. Aunque muchas personas suelen adoptar dietas y rutinas de ejercicio con la expectativa de obtener resultados rápidos, la ciencia señala que la acumulación de grasa en los brazos responde a factores hormonales, genéticos y de estilo de vida, según expertos consultados.
No existen soluciones localizadas ni atajos, pero sí estrategias respaldadas por la evidencia científica para reducir la grasa corporal total y lograr unos brazos más definidos.
Una entrenadora personal explicó que la distribución de la grasa en los brazos está condicionada por la genética y las hormonas. En mujeres, el estrógeno favorece la acumulación de grasa subcutánea en brazos, caderas y muslos antes de la menopausia, mientras que después suele trasladarse al abdomen.
En hombres, la grasa generalmente se concentra en el abdomen; sin embargo, niveles elevados de estrógeno, a veces ligados a xenoestrógenos ambientales, pueden aumentar la grasa en los brazos. Además, condiciones como el hipotiroidismo y el estrés crónico afectan el metabolismo y dificultan la pérdida de grasa en todo el cuerpo.
Harvard Health señala que los depósitos de grasa en regiones específicas, como los brazos, tienen una marcada influencia genética. Esto explica por qué las personas pueden notar diferencias en la pérdida de grasa según su predisposición y por qué una misma rutina produce efectos distintos de un individuo a otro.
Grimm precisó que no se puede controlar en qué zona se pierde grasa primero, pero sí es posible mejorar la definición muscular y reducir la grasa total del cuerpo con un enfoque integral.
El entrenamiento de fuerza orientado a la sobrecarga progresiva (incrementar el peso, las repeticiones o el volumen de entrenamiento de forma gradual) resulta esencial. “Cuando desafías tus músculos con resistencia, se producen microdesgarros en las fibras musculares. Al reparar estos microdesgarros, los músculos se fortalecen y se agrandan, contribuyendo a una apariencia más tonificada y definida”, detalló Grimm en declaraciones recogidas por Newsweek.
Los ejercicios compuestos, como flexiones, dominadas y remos, son especialmente eficaces porque involucran varios grupos musculares y estimulan la respuesta hormonal, lo que incrementa la producción de hormona del crecimiento y testosterona.
Tanto Grimm como Harvard Health subrayan que el déficit calórico (consumir menos calorías de las que se gastan) es la clave para la pérdida de grasa. El ejercicio cardiovascular puede ayudar a generar ese déficit, pero no es suficiente para crear o mantener masa muscular.
El entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT) se presenta como una opción útil, al combinar esfuerzo cardiovascular e intensidad muscular. “El HIIT puede ser una opción fantástica porque los intervalos cortos de esfuerzo intenso fortalecen los grupos musculares objetivo y, al mismo tiempo, aumentan el gasto calórico”, señaló Grimm.