Tailandia (EFE).– Miles de tailandeses asistieron este domingo en las calles de Bangkok al cortejo fúnebre que trasladó hasta el Gran Palacio los restos mortales de la reina madre de Tailandia, Sirikit, quien falleció el viernes a los 93 años.
De rodillas y vestidos escrupulosamente de negro, una interminable hilera de personas aguardaba a ambos lados de la carretera al paso de la comitiva, a lo largo de los 10 kilómetros del recorrido.
Los asistentes, algunos visiblemente compungidos y abrazados a retratos de la reina madre, inclinaron su cabeza en señal de respeto cuando pasaba el vehículo con el cuerpo sin vida de la soberana.
La reina madre falleció «tranquila» en un hospital de Bangkok a las 21:21, hora local (14:21 GMT), del viernes. Sirikit, quien llevaba hospitalizada desde 2019, sufrió una infección de sangre este mes, añadió la Oficina de la Casa Real en su comunicado.
Durante más de seis décadas, la reina Sirikit estuvo casada con el rey Bhumibol, quien murió en 2016 y que fue el monarca con el reinado más largo de Tailandia.
Las apariciones públicas de Sirikit habían sido muy escasas desde 2012, cuando sufrió un derrame cerebral.
Los restos mortales de la soberana descansarán en el Gran Palacio de Bangkok, mientras se procede a la organización del resto de ritos funerarios, que podrían dilatarse un año y concluirán con la cremación del cuerpo de la reina madre.
La Casa Real ha habilitado un salón en el Gran Palacio, uno de los edificios históricos más visitados de la urbe, desde el lunes y hasta el 9 de noviembre para que los tailandeses presenten sus respetos ante un retrato de Sirikit, apuntó hoy en un comunicado.
También pidió a los templos budistas, la religión mayoritaria en el país, rezos en honor de la monarca durante los próximos 100 días.

