JUPITER (AP).-Jugadores y los clubes de las Grandes Ligas sostenían negociaciones por séptimo día consecutivo el domingo, a tan solo un día antes de que venza el plazo fijado por los dirigentes para salvar el 31 de marzo como fecha inaugural de la temporada regular y para llevar a cabo una campaña íntegra de 162 partidos.
Los negociadores resolvieron algunas diferencias el viernes y el sábado, pero al llegar al 88vo día del paro patronal continuaban muy alejados con respecto a los asuntos centrales: el tope y monto del llamado impuesto al lujo, el nuevo fondo de bonificaciones previas al arbitraje salarial y el salario mínimo.
Un pequeño grupo de peloteros, que incluyó a Max Scherzer, Andrew Miller y Marcus Semien, ingresó al estadio Roger Dean Stadium poco antes de la 1:00 de la tarde acompañado del líder sindical Tony Clark, el principal negociador Bruce Meyer y otro personal.
Minutos más tarde, el subcomisionado Dan Halem se dirigió de las oficinas en la zona principal del estadio hacia el área donde los jugadores se congregan en el edificio de la sede de los Cardenales de San Luis.
Halem estuvo primero con los peloteros aproximadamente 20 minutos, luego por 30 minutos y después menos de 10 minutos. El vicepresidente ejecutivo Morgan Sword, el vicepresidente sénior Patrick Houlihan y el vicepresidente Reed MacPhail también participaron de las consultas con los jugadores.
El noveno paro patronal del béisbol inició el 2 de diciembre. Los partidos de pretemporada, que estaban programados inicialmente para arrancar el sábado, han sido cancelados hasta el 7 de marzo.
Grandes Ligas ha advertido que si no se llega a un acuerdo para el lunes por la noche, no habrá tiempo suficiente para iniciar la la temporada regular conforme al calendario original.
MLB ha ofrecido incrementar el umbral del impuesto de lujo de 210 millones de dólares de la campaña pasada a 214 millones para esta temporada, y subirlo a 220 millones de dólares para 2026. Los equipos también desean tasas tributarias más altas, algo que el sindicato afirma que se convertiría en un tope salarial.
Los jugadores han pedido un límite de 245 millones este año, que aumentaría a 273 millones para la temporada final del acuerdo.
El sindicato pretende ampliar la proporción de los peloteros que serían elegibles con al menos dos temporadas de servicio en las mayores y menos de tres al máximo de 35%, un alza en comparación con el 22% que ha estado vigente desde 2013.