SANTO DOMINGO.- Desde el 2008 el Centro Conductual para Hombres ha recibido por decisión de jueces a 45 mil hombres, con un promedio anual cercano a los 4,500 y todos los meses reciben un volumen de 200 casos nuevos.
Los datos los ofreció el director del centro, el psicólogo y terapeuta Luis Vergés, quien explicó que la violencia intrafamiliar y de género es el tema primario por el que envían a estos hombres, aunque admitió que en el proceso se descubren otros problemas.
El especialista considera que la ley que regula estos temas (la 24-97) se está aplicando correctamente, pero que el problema es que hay un desborde, ya que al año se reciben cerca de 70 mil denuncias de violencia intrafamiliar y de género.
“Estamos hablando de se producen cerca de 70 mil denuncias todos los años, y entonces tú tienes un país con un sistema garantista en el plano de la justicia”, dijo, al apuntar que otro elemento es que todas las leyes son constitucionales, por lo que las mismas deben aplicarse en el marco procesal, lo que hace el proceso “muy lento”.
A modo de ejemplo, señaló que “un crimen se planifica en un minuto, pero para procesar a esa persona hay que respetar normas procesales”.
Durante su participación en el programa Reseñas, que conducen los periodistas Rafael Núñez y Adelaida Martínez R., el director del Centro Conductual para Hombres añadió que la denuncia de una mujer no derrumba la presunción de inocencia por lo antes explicado, y que entonces la percepción ciudadana es la de que “tenemos un Ministerio Público lento y cosas así ¡y no!, es que hay normas procesales”.
Vergés compartió que desde ese espacio se ha creado una dinámica que incluso, muchos países no tienen, y que el mismo viene como una alternativa adicional al formato represivo que hubo para enfrentar la violencia.
“Ya no solo se castiga a la persona que incurre en este ilícito con cárceles, sino con educación”, manifestó el psicólogo y terapeuta Luis Vergés, quien explicó que se elaboró un currículo para entrenar a quienes califiquen, elemento que debe determinarlo un juez.
Detalló que es un programa psicoeducativo y terapéutico, donde se trabaja con el manejo del conflicto, identificación de deficiencias socioafectivas y emocionales; y de la forma que tienen de reparar el daño que han hecho con su violencia.
“Es un currículo que se desarrolla entre 6 meses a dos años, dependiendo del nivel de violencia que ellos generan”, detalló Vergés, quien añadió que el trabajo en el centro ha sido evaluado y se determinó que los hombres que han terminado el programa no han incurrido en feminicidios, que es el primer objetivo.
Expresó que de hecho, la Procuraduría General de la República se anota puntos con este espacio, porque es una manera de disminuir el riesgo desde la autogestión del comportamiento.
Manifestó que el problema ha sido creer que la violencia debe manejarse desde afuera: desde un policía, un juez, un padre que da una pela, pero que al final llega un momento en el que como sociedad eso no puede hacerse sostenible, porque hace falta el autocontrol, el control emocional, los procesos internos donde la persona asuma las consecuencias de sus acciones.
Destacó que aunque se ha avanzado en el tema de la violencia intrafamiliar y de género, el mismo es complejo porque es de orden público, pero ocurre en un entorno privado, por lo que, en lo que el MP averigua quién dice la verdad, se ha empeñado en disminuir el riesgo.
Un poco más del 50 % de los feminicidios ocurren en AL
A propósito de la violencia generada durante la Semana Santa, donde se produjeron 5 feminicidios, Vergés dijo que era necesario abarcar el contexto global, al destacar que República Dominicana pertenece a América Latina, que ocupa un 13.5 % territorialmente de la población mundial, “y sin embargo en AL se produce un poco más del 50 % de todos los feminicidios que ocurren en el mundo.
Señaló que “eso significa que hay una tradición de distancia jerárquica de los hombres con relación a las mujeres; de una orientación de dominación y eso viene desde la época colonial y desde los mismos defectos de la democracia porque no tenemos una democracia perfecta”.
“Una democracia donde un hombre decide cuándo una mujer debe morir, no es una democracia perfecta”, enfatizó Vergés durante su participación en el programa Reseñas, que conducen los periodistas Rafael Núñez y Adelaida Martínez R. por Entelevisión los sábados a las 9:00 de la noche.
Manifestó que ese problema viene desde Estados Unidos, donde la palabra “mujer” no aparecía cuando hicieron la primera Constitución.
En RD la mujer es víctima de una percepción de propiedad
El especialista señaló que todo eso, en la realidad dominicana se traduce en una cultura que ha aprendido en demasía la dominación y la conculcación de los derechos fundamentales de las mujeres.
“Las mujer sigue siendo víctima de una percepción de propiedad, sobre todo, se expresa más cuando el hombre tiene bajo nivel educativo y, si tiene alguna problemática de salud mental, lo complica más”, advirtió el psicólogo Vergés.
Manifestó que no se puede decir que lo que pasó en Semana Santa se debe a los problemas de salud mental “porque entonces desacreditamos a los enfermos mentales, porque la violencia siempre ha sido un problema más de gente normal que de gente enferma”, y que eso está demostrado científicamente.
El cuadro cerebral del hombre que se cree dueño de una mujer
Al explicar el perfil del hombre violento con la mujer, poniendo como ejemplo un video que circuló en las redes donde se observaba a un hombre halar varias veces por los cabellos a su pareja, el terapeuta dijo que ahí se hace presente la distorsión cognitiva: la idea de creer que el otro le pertenece y que si el otro no hace lo que esa persona entiende que debe hacer y si no lo hace, se siente con el permiso de hacerle pagar una consecuencia.
“Esas personas tienen lo que se llama un pensamiento hostil en lo que es la relación hacia aquel que domina. Es lo mismo que pasaba con el amo y el esclavo; lo que pasó en su momento con el blanco y el negro y, no se ha solucionado eso en ninguno de esos temas, mucho menos en la relación del hombre con la mujer”, razonó el especialista.
Dijo que ahora mismo se está en la peor situación global para prevenir este tipo de ilícitos (violencia de género), ya que no hay control sobre el manejo de los mensajes que se visibilizan públicamente.
Señaló que cuando se ven imágenes como esas, se produce el “efecto llamada”, que no es más la repetición de casos similares, por lo que llamó a entender que es necesario flexibilizar las políticas públicas y entender que la violencia intrafamiliar no es solo competencia del sistema de justicia.
Asimismo, apuntó que otro elemento importante es la narrativa de los medios de comunicación y ver cómo se maneja el discurso cuando se habla de este tipo de violencia.
Señaló que hay que ver cómo otros países que eran mucho más violentos, decidieron cambiar su modelo educativo y ya allí se habla de equidad.
La estructura familiar está muy debilitada
Sobre la familia como núcleo, el psicólogo y terapeuta Luis Vergés, señaló que toda institución necesita una estructura y que la familiar está muy debilitada.
“La debilidad está, primero, en la cantidad de divorcios y separaciones. Entonces, cuando tienes una familia en donde las cabezas no están, definitivamente ahí hay un problema. Agrégale a eso el tema de las disfunciones que se observan en los modelos que estamos transmitiendo de lo que es una familia saludable.
Dijo que ahora mismo no se sabe qué es ser una familia saludable porque no están recibiendo la preparación y la formación para ello.
Apuntó que el liderazgo de la Iglesia y de los padres a nivel de la familia ha sido muy saboteado por las nuevas tecnologías, por la apertura irracional que hemos tenido a la diseminación de todo tipo de mensajes que confunden a la ciudadanía.
Para mejorar la situación de violencia que se vive en República Dominicana, el psicólogo y terapeuta Vergés apuntó como estrategias “hacer algo parecido a lo que hizo China”.
“China, por ejemplo, negocia el comercio, negocia tecnología, negocia comunicación, pero no negocia su ideología: nosotros tenemos que definir una identidad ideológica en términos de qué vamos a preservar”, aconsejó Vergés.
La salud mental, un tema subestimado en RD
El psicólogo Luis Vergès considera que el tema de la salud mental ha sido muy subestimado en República Dominicana, sobre todo en lo que tiene que ver con las asignaciones presupuestarias.
“Se habla de las limitaciones cuando se habla de las políticas públicas, sobre todo en la asignación de los recursos, de hecho este es uno de los países que menos invierte en salud mental y eso hay que mejorarlo con plena conciencia de que fortalece todo lo demás”, manifestó.
Destacó que pese a ello, existen acuerdos internacionales como el de la Convención de Caracas que en los 90 reformuló todo el paradigma de salud mental, pasando desde un modelo manicomial y psiquiatrizado a un planteamiento más psicosocial, donde se entendería que esta no es solo la ausencia de enfermedades, sino la presencia de un bienestar y un equilibrio armónico entre lo social y lo psicológico.
Dijo que esto significa: ver la salud mental como una integración equilibrada de esos factores, al apuntar elementos como el trabajo con la familia, el fortalecimiento a nivel de competencias emocionales para desenvolverse ante los retos cotidianos, así como habilidades sociales para mejorar la convivencia ciudadana.