SANTO DOMINGO.-Desde niño, Brian Almonte García recibió la influencia de su padre hacia los deportes. Y desde hace unos años ese influjo ha dejado sus frutos, pues el joven de 32 años exhibe un notable y valioso recorrido en distintas oficinas del mundo del deporte profesional de Estados Unidos.
La experiencia adquirida le ha servido para que Almonte sea nombrado como director de comunicaciones del equipo de la NBA, Memphis Grizzlies.
No es el único, también la dominicana Katie Benzan, quien se convirtió esta temporada en la primera dominicana en la WNBA (Mystics), igual trabajará para Utah Jazz en Basketball Operations Generalist, mientras Kevin Alonzo trabaja para la oficina de la NBA, en el área de área de comunicación para NBA Latinoamérica.
El joven nativo de Washington Heights, Almonte, tiene un currículo de lo más colorido: Comenzó con los Knicks de Nueva York en el departamento de Desarrollo de Jugadores, luego en la oficina del Comisionado de la NBA, trabajando en producción de contenido, siguió con el Comisionado de MLB trabajando para Rob Manfred en relaciones públicas.
Y tiene más: trabajó para los Tigres de Detroit como traductor, en lo que fue su primer año y después pasó a los Red Bulls de Nueva York (fútbol), y de ahí se trasladó a los Medias Rojas de Boston, posición que abandonará para pasar a ser parte de los Grizzlies.
“Bien contento, es algo que uno trabaja duro para lograr y más que voy a ser el primero y eso es algo que ahora otras gentes van a ver eso y más los hispanos que van a decir, tú sabes que también pueden lograr lo mismo”, dijo Almonte. “Para mí es algo muy importante”.
Trabajar con los Medias Rojas ha sido la mayor de las experiencias, hasta el momento, debido a que en Boston hay más medios. “Y eso es algo que me enseñó mucho”, dice para su paso a Memphis.
El vicepresidente sénior de la NBA, Paul Benedict, vinculado al área de gestión de contenido de radiodifusión de la superliga fue clave para la promoción de Almonte.
“Memphis le preguntó si él conocía a alguien que pudiera ser director de comunicación y (Benedict) dijo te voy a recomendar a ti porque sé lo que tú has hecho en tu carrera”, narra Brian. “Pienso que lo vas a hacer mejor para ese trabajo y ahí me contactaron. Al principio no sabía si me iba a ir porque aquí (en Boston) yo estoy bien contento y me han tratado increíble los Medias Rojas”.
Advierte que Boston es demandante, por la pasión que tienen los fanáticos y allí “siempre se tiene que ganar, es difícil, no mucha gente puede jugar aquí, así que, trabajando aquí, eso fue lo que me enseñó de verdad cómo tener las relaciones que tengo ahora, con los medios, con los jugadores”.
Sus orígenes
Brian es hijo de María García, nativa de Hermanas Mirabal, provincia al norte del país y Quilvio Almonte, de Villa Consuelo, un sector capitalino.
Cumplió 32 años en febrero y es originario de Washjington Hegihts, su apego en esas funciones del mundo deportivo surge gracias a su padre, a quien le gusta la pelota
“(Yo) jugaba todos los deportes cuando era chiquito y yo sabía que eso es lo que quería ser (trabajar ligado al deporte), no sabía cómo lo iba a hacer. Quería ser gerente de un equipo”, expresa.
Asistió a la escuela en West Virginia, donde se graduó y allá supo que quería estar en la oficina frontal de algún equipo, trabajar en comunicación “Y esa es la pasión que tengo. Eso fue desde chiquito y si no fuera de los deportes, no sé lo que yo hubiera hecho”.