Lima (Agencia EFE).- Dos personas murieron este jueves en una protesta en la ciudad peruana de Ayacucho, en la que trataron de tomar el aeropuerto de la localidad, con lo que la cifra de muertes subió a diez desde el domingo en las manifestaciones que exigen la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, la salida del Congreso y la convocatoria de una asamblea constituyente.
«Tras el fallecimiento de dos personas y decenas de personas heridas durante intento de toma del aeropuerto por parte de manifestantes, exigimos al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Perú el cese inmediato del uso de armas de fuego y de bombas lacrimógenas lanzadas desde helicópteros», pidió la Defensoría del Pueblo en su cuenta de Twitter.
Poco antes, la Dirección Regional de Salud (Diresa) del céntrico departamento de Ayacucho detalló en un comunicado el fallecimiento de la primera víctima, que falleció como «consecuencia de los enfrentamientos que se registran en las inmediaciones del aeropuerto Alfredo Mendívil Duarte».
Anteriormente, medios locales reportaron que los manifestantes habían tratado de tomar el aeropuerto y que la Policía Nacional de Perú (PNP) junto a las Fuerzas Armadas les hicieron retroceder.
Fuentes policiales incluso denunciaron que los manifestantes han disparado contra el aeropuerto.
La Diresa de Ayacucho también confirmó que diez personas resultaron heridas y están siendo atendidas en el Centro de Salud de Conchopata y en el Hospital Regional de Ayacucho.
Agregó que, en este momento, se movilizan ambulancias, bomberos y brigadistas de salud para las primeras atenciones y traslado a los establecimientos de salud más cercanos.
Las manifestaciones comenzaron tímidamente el 7 de diciembre, luego de que el Congreso destituyera al expresidente Pedro Castillo, horas después de que este determinara disolver el Parlamento, anunciara que iba a conformar un ejecutivo de emergencia, que iba a gobernar por decreto, reorganizar el sistema de justicia y convocar una asamblea constituyente, lo que fue calificado mayoritariamente como un golpe de Estado.
El domingo comenzaron a multiplicarse las protestas especialmente en las sureñas regiones de Apurímac, Arequipa o Cuzco. Desde entonces, han fallecido diez personas.
Este jueves entró en vigor del estado de emergencia decretado por el Gobierno y se registran numerosas manifestaciones, la mayoría pacíficas, en las capitales de provincia del país, acompañadas de un fuerte resguardo policial reforzado con la presencia de las Fuerzas Armadas, según pudo constatar EFE.
Todas estas marchas, a la que asisten integrantes de sindicatos, campesinos, organizaciones civiles y ciudadanos agrupados, se desarrollan bajo una fuerte presencia policial, como pudo atestiguar EFE en Arequipa, la segunda ciudad del país.