«El funeral será privado. La madre no quiere la presencia de la prensa», dijo un pariente a periodistas presentes en las inmediaciones de la casa.
El entierro se llevó a cabo tras dos días de haberse originado el enfrentamiento a tiros entre miembros de la Policía Nacional contra integrantes de una supuesta banda criminal «30/30» o «Los Papo Trenzas».
Alrededor de las 10:00 de la mañana, el vehículo fúnebre, marca Dodge, color blanco, llegó a la residencia donde vivía Rosa Ferreras para ser trasladado el referido cementerio y ser sepultado.
El carro emprendió camino hacia el cementerio acompañado de cinco patrullas policiales, que se trasladaban en motocicletas y camionetas de cama larga para salvaguardar el trayecto del occiso, junto a sus familiares.
Los miembros de la Policía Nacional, interrumpían el tránsito para que el recorrido fúnebre fluyera con normalidad.