De acuerdo al personal, desde el Jueves Santo familiares han llegado al área de emergencias con niños que han recibido quemaduras en diferentes áreas del cuerpo, muchos de estos han sido tras derramarse habichuelas con dulce, tener contacto con cacerolas calientes y anafes.
«Ayer viernes llegaron cinco con quemaduras», resaltó una de las enfermeras.
Asimismo, los infantes que resultaron con quemaduras leves fueron dados de alta, mientras que los afectados con heridas de segundo y tercer grado fueron ingresados en el centro de salud.
Annie Pérez narró la desgracia que ha tenido que pasar junto a su hijo de tres años, quien resultó con graves quemaduras en diferentes partes de su cuerpo luego de que otro niño lo empujara hacia un “fogón”.
“En Samaná nosotros estábamos cocinando en un fogón, con mi prima, y otro niño lo empujó. Se quemó en el bracito, en los costados de la costilla y en el muslo”, dijo Pérez al relatar el suceso.
La madre declaró que su hijo recibió quemaduras de segundo y tercer grado, por lo que tendrán que intervenirlo quirúrgicamente.
Otra de las madres, la cual prefirió sea reservado su nombre indicó que a su hija le cayó un recipiente de agua caliente, ocasionándole fuertes daños. Al momento de hablar con reporteros de este medio, la dama cargaba a su hija en brazos, quien tenía el rostro vendado por las quemaduras.
