Por José Francisco Peña Guaba
Pocos creían que fuese posible un acuerdo entre las principales fuerzas opositoras del país, se veían como insalvables las diferencias, y que la segura división de la misma, era de por sí, la crónica de una derrota esperada. Al Gobierno del Cambio se le veía imbatible, y, por ende, se reelegiría sin problema alguno, todo porque, el PLD y la FUERZA DEL PUEBLO cada uno por su lado, llevaría a un fracaso electoral estrepitoso la opción opositora.
Más de un año nos costó a un grupo de dirigentes de oposición hacer conciencia en la cúpula de los partidos antes mencionados, la necesidad de la unidad y de lo impostergable de hacerlo a la mayor brevedad posible, todo el país sabe quiénes nos dedicamos a hacer realidad la improbable alianza opositora, por lo que huelga mencionar sus nombres en esta reflexión, más bien deseo dar los elementos fundamentales por la que la oposición ganará las elecciones en casi todos los niveles de elección, tanto en las municipales de febrero como en las congresuales y presidenciales de mayo, veamos:
1. La política como en los equipos de pelota se tiene que medir por el rendimiento, o mejor dicho los números y resultados de cada integrante para saber la posibilidad real de victoria, la suma de la experiencia de la dirigencia opositora es por lejos mucho más asertiva que la del equipo oficialista, el liderazgo PLD-FP han ganado 8 procesos electorales y han gobernado 20 de los últimos 28 años (1996, 2004, 2006, 2008, 2010, 2012 y 2016) frente a solo 4 victorias electorales y 8 años de gobierno del PRD-PRM (1998, 2000, 2002 y 2020);
2. También tenemos que contar, que en la oposición están por amplísima mayoría los dirigentes claves y principales orquestadores de los 22 años de gobierno del doctor Joaquín Balaguer, la experticia electoral opositora de hoy es innegablemente muy superior, y por mucho a la del popismo gobernante, ya que cuenta en suma, 42 años de gobierno;
3. La obra de los gobiernos del PLD es grandiosa y tangible, los pírricos resultados de los modernos al frente de la cosa pública no se podrán comparar en realizaciones a ninguna de la gestiones encabezadas ni por Leonel ni por Danilo, las obras sociales, institucionales y de infraestructuras están ahí, no se podrán desconocer;
4. Los más avezados cuadros políticos, los más experimentados, los mejores formados y los más resolutos están hoy en la oposición, hombre por hombre y mujer por mujer, los equipos dirigenciales de la oposición tienen maestría frente al rookie equipo oficialista;
5. La maquinaria electoral opositora es muy superior a la del PRM, en estrategia, en búsqueda, en operatividad, y, sobre todo, en la defensa del voto en las mesas electorales, más aún con la grave desmotivación y disgusto que acusa hoy a la base perremeísta, frente al popismo y oportunista funcionarato del Gobierno del Cambio;
6. La unidad opositora de forma natural saldrá beneficiada, porque solo se unirá en la primera vuelta en las candidaturas uninominales de senadores, alcaldes y directores distritales, y para la segunda vuelta lo hará en la presidencial, pero en las candidaturas preferenciales y plurinominales diputados, regidores y vocales, las fuerzas opositoras irán independientes y tendrán el triple por los menos de postulados que los del gobierno, lo que hará que estos candidatos obtengan en suma más votos que el oficialismo, votos que irán dirigidos en unidad hacia las candidaturas uninominales opositoras, los resultados se mostrarán próximamente en las encuestas;
7. La oposición se parece más al país, al 93% étnicamente de nuestra población integrada por mestizos, mulatos y negros, el equipo oficialista en su amplísima mayoría integrado por blancos, acicalados, ricos y de apellidos rimbombantes no le generan confianza al electorado y eso afectará sensiblemente las posibilidades de triunfo a los modernos;
8. Los dirigentes opositores (PLD-FP) fueron más accesibles cuando tuvieron en el gobierno con sus bases de apoyo y también con la población en general, que los popis del gobierno, la amplia mayoría de los altos funcionarios del gobierno se han desconectado de la militancia perremeísta y un gran porcentaje de estos, como no son cuadros políticos, nada le podrán sumar en votos al proyecto reeleccionista;
9. Aunque es innegable que el gobierno ha cooptado la mayoría de los partidos políticos y que por ende, contarán con mucho más recuadros en la boleta electoral que la oposición, la no integración formal de esas organizaciones al tren gubernamental no le sumará gran cosa en votos al gobierno, todo porque la militancia o simpatizantes de las mismas se les quedará respaldando a la oposición, y una parte de su propia dirigencia cuestionara a sus principales directivos, por estos apoyar al gobierno sin garantizarle participación e ingreso de sus cuadros políticos al mismo;
10. La reelección tendrá en confrontación a varios sectores que apoyaron al PRM en las elecciones del 2020, pero que el 2024 ya no están: a) como una parte de sus bases disgustadas, porque no la tomaron en cuenta en el gobierno; b) la acción combinada como expresión de disgusto de los precandidatos presidenciales del PRM, Guido Gómez y Ramón Alburquerque; c) la clase media asfixiada por el brutal aumento del costo de la vida; d) sin el apoyo de los norteamericanos como lograron con la llamada de Mike Pompeo; e) ni los poderes fácticos (empresarios, iglesias, sector de comunicación) se le dividirá su apoyo por el demostrado pragmatismo de los mismos; f) no podrán lograr nueva vez el apoyo de los sectores de non sancta procedencia que los financiaron, los cuales estarán de manera espontánea a una en contra del palacio, por el engaño del que fueron objeto; y g) tampoco podrán contar ni siquiera con el apoyo mayoritario de los beneficiarios de los programas sociales del Estado, los cuales reciben hoy mendigas asignaciones mensuales, que solo le dan para dos o tres días de mal comer.
Mientras más se consolide el acuerdo opositor menos posibilidades tendrán los modernos de ganar las elecciones, el oportunista y pendular apoyo de una parte del electorado a los gobiernos se les alejará, cuando se vea clara la derrota que le infligirá la oposición al popismo gobernante, pero también se dé muchísimos militantes perremeístas, que pese a su lealtad ideológica y peñagomista, se frotan la mano de satisfacción, porque saldrán del poder los acicalados funcionarios que le dieron la espalda y que le hurtaron su trabajo de largos años en la oposición. Lo peor que le espera a los modernos es cuando vayan a repartir la logística de campaña y la electoral destinado a los recintos y mesas entre su dirigencia media y de base, las cuales se liquidarán con la mayoría de los recursos recibidos, como amortización a sus trabajos en el ayer realizados y no pagados, cosa que se confirmará cuando se abran las urnas ¡porqué al contar, será el llorar!