Por Charlie Núñez
Si en vez del año 2023 que transcurre, estuviéramos en el año 1970 del siglo pasado, a mi edad, si me ocurriera algo en la calle y fuera un desconocido, la noticia diría: el anciano tuvo su percance…., la presente generación no entiende lo que digo, pero a los 45 años, en el pasado, ya usted era un viejo.
A los 18 años, pisé por primera vez una cabina de radio en donde el micrófono estaba abierto para mi, fue en la desaparecida Radio Eco de la calle El Conde, a través de los años he participado en programas de radio y televisión, he publicado en la prensa escrita y revistas especializadas, tengo cuentas en varias redes sociales y nunca he publicado nada por encargo de nadie.
Hago tal aclaración, porque cuando un pobre cae preso, es como el coronel que no tiene quien le escriba, cuando un poderoso cae preso, tiene una empresa de imagen que se encarga de su defensa en los medios de comunicación y no quiero que ni por asomo alguien crea que esto lo hago por compromiso y que tampoco nadie facture por mi, simplemente es mi convicción.
A este pueblo se le vendió la idea de que todos en el PLD irían presos y para eso se creó “el Ministerio Público Independiente”, resulta, que pocos fueron los acusados porque no es verdad lo que decían, que no serían transparentes como prometieron y la justicia no sería tan independiente.
Dando continuidad a la vieja práctica de pan y circo, inmediatamente comenzaron los sometimientos selectivos, como si la corrupción es un invento de las gestiones 2012 – 2020, y a todo aquel que allí llegaba, cantaba o le cantaban 18 meses de prisión preventiva.
Cuando los impolutos comenzaron hacer de las de ellos, se pudo notar la diferencia en el trato y en las decisiones de una justicia que deja mucho que decir, actos dolosos transmitidos por televisión, los representantes de la diosa Temis no lograron ver lo suficiente como para cantar sus 18 acostumbrados.
Vencidos los 18 meses, que más que coerción son el inicio de una condena, se vieron obligados a despacharlos a sus casas, pero con prisión domiciliaria, lo que hace que los sometidos a la justicia comenzando el gobierno de Luis Abinader, durarán cuatro años presos sin haber sido juzgados mucho menos condenados, lo que los convierte en presos políticos.
No se si quede alguien además de Donald Guerrero y José Ramón Peralta, pero pueden dormir tranquilos los que sabiendo que ninguno de los dos representan peligro de fuga ni peligro para la sociedad, los mantengan encerrados en una sociedad en la que impera la presunción de inocencia?.
Tan malo es la actitud del gobierno, Ministerio Público y jueces, como el silencio cómplice de la sociedad y la apatía de los políticos por estos casos, hoy son José Ramón y Donald, mañana puede ser cualquier otro.
La libertad de los que están presos en sus casas y la libertad para los que están en las cárceles y juicios justos para todos, lo otro es una condena previa y son presos políticos de Luis.