NUEVA YORK (NBAMANIACS.com).-En la noche que se cumplían 54 años de la hazaña de Willis Reed en el séptimo partido de las Finales de 1970, el Madison Square Garden vivió algo muy parecido con las lesiones de Jalen Brunson y O.G. Anunoby.
Pero ni todos los problemas del mundo pudieron frenar a estos Knicks que están jugando como un auténtico rodillo a pesar de las numerosas ausencias que atesoran (Randle, Robinson y Bogdanovic tampoco están). Los de Thibodeau terminaron por imponerse 130-121 comandados por un letal Brunson para colocase 2-0 arriba ante Indiana Pacers.
«La fortaleza mental es una pieza muy importante. La capacidad de poder superar las cosas. Dar lo mejor de ti mismo, incluso cuando no te sientes bien. Eso es lo que es. Un gran líder», destacó Thibodeau al medio SNY.com sobre el partido de Brunson.
A pesar del susto que dio, pudo regresar a la acción, y lo hizo durante el descanso recibiendo el apoyo incondicional de un público neoyorquino totalmente entregado que le cantaba al unísono: «MVP, MVP, MVP».