MINNEAPOLIS (NBAMANIACS.com).-No era el primer match ball pero prácticamente. Y los Denver Nuggets han estado a la altura de la situación.
Los vigentes campeones han respondido con contundencia a las dos derrotas sufridas ante los Timberwolves, imponiéndose por un arrollador 90-117 en la primera de las dos visitas al Target Center para recordar que todavía queda mucho baloncesto por jugar en esta serie. Pese a que continúan por detrás en el global, los de Mike Malone han dado un importante golpe sobre la mesa con el que intentar cambiar la dinámica de la eliminatoria, poniendo freno al momentum de Minnesota y haciendo que la presión empiece a distribuirse entre ambos bandos.
Fueron muchas las cosas que los Nuggets recuperaron en este tercer encuentro, todas ellas determinantes para llevarse la victoria. Jamal Murray, que llegó a estar al borde de la suspensión, volvió a ser un jugador eléctrico y una amenaza constante para irse hasta los 24 puntos; Michael Porter Jr. recuperó su letal tiro de tres para alcanzar los 21 con un 4/5 desde el perímetro, Aaron Gordon y Kentavious Caldwell-Pope estuvieron férreos en sus roles en los dos lados de la cancha… Pero lo más importante fue volver a ver a Nikola Jokic ser el jugador más dominante sobre la pista.
Con 24 puntos, 14 rebotes y 9 asistencias, el serbio se impuso por primera vez a la altura y versatilidad de los Timberwolves para empezar a recuperar su mejor versión y a dominar desde la creación ofensiva. Y con 3 tapones y 3 robos de balón, estuvo muy lejos de ser un desastre en defensa que regalase una vía al aro cada vez que se le buscaba. El pívot personificó la respuesta y la recuperación de los suyos, que volvieron a parecer aspirantes a todo en una noche en la que no necesitaban solo ganar sino también lucir como ganadores.