REDACCION INTERNACIONAL (AGENCIAS).-Nuevos bombardeos israelíes han matado al menos a 37 personas, la mayoría de ellas refugiadas en tiendas de campaña, en las afueras de la ciudad de Rafah durante la noche y el martes, en la misma zona donde ataques aéreos alcanzaron tiendas de campaña y provocaron un mortal incendio hace apenas unos días, causando la muerte de unos 45 palestinos.
El ataque ha provocado gran indignación internacional, incluso de algunos de los aliados más cercanos de Israel, por la ofensiva militar en Rafah. Y en una señal del creciente aislamiento de Israel en el escenario mundial, España, Noruega e Irlanda formalmente reconocieron el Estado de Palestina el martes.
La Casa Blanca condenó el martes la muerte de los civiles, pero también dijo que no piensa hacer ningún cambio de política como resultado de los últimos bombardeos israelíes. Estados Unidos ha apoyado firmemente a Israel desde que comenzó la guerra en octubre, pero se encuentra en una posición cada vez más complicada por la creciente presión internacional.
Israel aún no ha cruzado la «línea roja» de Biden
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, dijo a los periodistas esta semana que Israel no había violado la «línea roja» de Biden para retener futuras transferencias de armas ofensivas. «Todo lo que podemos ver nos dice que no están llevando a cabo una operación terrestre importante en centros de población en el centro de Rafah», dijo Kirby.
Kirby calificó la pérdida de vidas como «desgarradora» y «horrible» y dijo que EE.UU. estaba monitoreando los resultados de una investigación israelí sobre el ataque, que sugería que las muertes de civiles fueron el resultado de una explosión secundaria después de un ataque exitoso contra dos dirigentes de Hamás el fin de semana.
Mientras tanto, decenas de familias palestinas huyeron de la ciudad sureña de Rafah tras los nuevos bombardeos israelíes. Una incursión israelí lanzada a principios de mayo ha provocado la huida de casi un millón de personas de Rafah, la mayoría de los cuales ya habían sido desplazados por la guerra entre Israel y Hamás.