Santo Domingo,- El periódico hoy emplazó al expresidente Leonel Fernández a presentar las pruebas que sustenten su denuncia de que el gobierno y el Partido Revolucionario Dominicano compraron los pasados comicios.
El matutino también acusó al presidente de la Fuerza del Pueblo de haber cambiado el argumento del algoritmo por el de la compra de elecciones.
«Es decir, no hay manera de admitir que los votantes no lo eligieron presidente de la República. En un momento importante para el país, Leonel se margina con su partido», sostiene dicho medio en su sección El Sube & Baja.
Mientras que en su editorial, el periódico dirigido por el veterano periodista Bienvenido Álvarez Vega asegura que «predomina visiblemente en entes políticos y representantes de sectores nacionales y observadores internacionales de que las pasadas elecciones permitieron con presencia mayoriataria de votantes captar la expresión de la voluntad popular a pesar de cierto discurrir vergonzoso de compradores de votos y cédulas, en entorno de los colegios electorales».
EDITORIAL COMPLETO
El deplorable intento que alarma de restar legitimidad a comicios
Predomina visiblemente en entes políticos y representaciones de sectores nacionales y observadores internacionales la convicción de que las pasadas elecciones permitieron con presencia mayoritaria de votantes captar la expresión de la voluntad popular a pesar de cierto discurrir vergonzoso de compradores de votos y cédulas en entornos de los colegios electorales. A partir de esa percepción generalizada, lo que el país merecería del expresidente Leonel Fernández, que taxativamente pareció decir lo contrario, es que procediera como alguna vez anunció su partido a instrumentar documentadamente los supuestos poderosos motivos que le llevaron a descalificar en un artículo periodístico sin apoyarse en algún grueso expediente de certificación jurídica para la apropiada sustentación de graves acusaciones. Estas debieron ir antes a lo contencioso pasando por instancias obligatorias para estos casos.
Atribuir un triunfo electoral exclusivamente a supuestas magistrales manipulaciones de poder y al uso de recursos públicos para vencer rivales obliga al aporte de elementos de juicio como fundamentos a incriminaciones que son de agravio y descalificación no solo para los resultados electorales y sus beneficiarios; también para quienes rigieron la campaña y las votaciones embarcados en un largo y transparente proceso organizativo de absoluta confianza y para millones de dominicanos que con civismo acudieron a las urnas. Una mayoría suficiente que al concurrir a las mesas expresó confianza en la democracia dominicana para así legitimar contundentemente el escrutinio con más madurez que algunos de sus líderes y sin parecer estúpidos borregos que se dejaban manipular.