El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, llegará mañana al país y será recibido el viernes por el presidente Luis Abinader en el Palacio Nacional, sin que se conozca la agenda que abordarán.
Según confirmó una fuente autorizada, Blinken llegará el jueves en la noche por el Aeropuerto Internacional de las Américas, donde será recibido por personal del Ministerio de Relaciones Exteriores (Mirex) y autoridades del aeropuerto.
De acuerdo con lo pautado, el presidente Abinader regresará mañana en horas de la noche de su participación en distintas actividades en Estados Unidos, específicamente en Nueva York y Washington, donde asiste a la vigésimo séptima Conferencia Anual del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), además de sostener reuniones con ejecutivos del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS).
La visita del funcionario estadounidense ocurre en momentos en que ha agudizado la crisis venezolana y en el que se ha descubierto la presencia en República Dominicana de dos aeronaves cuya propiedad se atribuye al presidente Nicolás Maduro, una de ellas confiscada y trasladada a Miami, Florida, por lo que se presume podría ser uno de los temas que se abordaría en la reunión en Palacio.
La presencia de Blinken en el país se realizará en el marco de su visita a Haití para reunirse con el presidente del Consejo Presidencial de Transición (CPT), Edgard Leblanc Fils, y con el primer ministro, Garry Conille, según el diario haitiano Le Nouvelliste.
Blinken tendrá un papel crucial en la consolidación de la transición política de Haití, en medio del caos que han generado las bandas que dominan el territorio haitiano y los numerosos desafíos que enfrenta ese país desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse.
En su breve visita a Haití, el funcionario estadounidense buscará propiciar el reemplazo de los tres asesores del gobierno, acusados de corrupción: Gérald Gilles, Smith Augustin y Emmanuel Vertilaire, según reportan medios locales.
Blinken, responsable de la diplomacia estadounidense, ha desempeñado un papel fundamental en la estructuración de la transición política en Haití, apoyando la creación del tándem CPT-PM. Su misión incluye la coordinación del despliegue de tropas y la financiación internacional, factores que aún están pendientes de materializarse.
La crisis política en Haití es preocupación de organismos económicos regionales, como el CARICOM, cuyos representantes han denunciado los obstáculos que ha habido para la formación de un nuevo y estable gobierno.