LOS ANGELES (NBAMANIACS.com).-Ya no hay equipos sin victorias en la NBA. Los Ángeles Lakers, los únicos que no habían ganado todavía, se estrenaron esta madrugada en su sexto partido del curso, en el que se impusieron a los Nuggets por 121-110 para poner fin a su mala racha. En la noche en la que la franquicia retiró el dorsal de George Mikan por fin se vieron sonrisas en la plantilla angelina, que puede respirar aliviada tras haberse quitado de encima esta pesada losa.
Los de Darvin Ham, quien por su parte logró su primer triunfo como entrenador jefe, cimentaron el resultado en una gran segunda mitad, en la que destacó especialmente el parcial de 18-2 con el que cerraron el tercer cuarto. Aprovechando la falta de contundencia defensiva de Denver, los Lakers vivieron uno de sus mejores tramos de la temporada (si no el mejor) en cuanto a fluidez ofensiva, haciéndose con su primera ventaja sólida de la noche y continuando con dicha tendencia en el arranque del cuarto periodo. En él, pese a un breve intento de reacción visitante, los californianos lograron llevar la diferencia a los 13 puntos, permitiéndose un cierre plácido para alegría del Crypto.com Arena.
Varias cosas mejoraron en los Lakers para que el triunfo llegara, algunas de las cuales se habían atisbado en el choque anterior, especialmente el buen funcionamiento de Russell Westbrook desde el banquillo. Tras dejar buenos tramos en Minnesota, el base jugó su mejor duelo no ya del curso, sino en bastante tiempo a nivel de eficiencia y toma de decisiones. Sus 18 puntos, 8 asistencias y 8 rebotes no son cifras necesariamente escandalosas, pero, acompañadas de su 50% de acierto en tiros de campo (incluido un 2/4 en triples) y de su actividad defensiva, hicieron de él uno de los pilares del partido, hasta el punto de que, con un parcial de +18 en sus casi 32 minutos en pista, fue el jugador de la plantilla con un mejor +/- a lo largo de la noche.
Y por supuesto, fue fundamental el acierto exterior, aspecto en el que por primera vez los de Ham no fueron un despropósito. Los Lakers lanzaron con un 43,3% de efectividad desde el perímetro (13/30), convirtiéndose por fin en una amenaza lo suficientemente seria como para obligar a la defensa rival a abrirse y facilitar el spacing. Lonnie Walker IV fue el más destacado en este aspecto, convirtiendo tres de sus cinco intentos para irse hasta los 18 puntos.
Por supuesto, todo esto estuvo orquestado por LeBron James y Anthony Davis, los mejores de los suyos una vez más. El alero de Akron terminó de hecho como máximo anotador del duelo con 26 tantos, a los que añadió 8 asistencias y 6 rebotes para capitanear un más que necesario triunfo. La Ceja, por su parte, acabó con 23 puntos y 15 rebotes, equilibrando la balanza en el duelo interior ante Nikola Jokic.
El serbio, con 23 tantos, 14 rebotes y 6 asistencias, fue el mejor de los suyos, pero no de manera tan dominadora como en encuentros anteriores, lo que le dificultó evitar el tropiezo. El vigente MVP encontró apoyos en el quinteto titular, en el que destacaron los 21 puntos de un Jamal Murray que firmó su mejor anotación de la temporada y empezó a dar síntomas de recuperación. No obstante, la segunda unidad de los de Colorado funcionó bastante peor, y de hecho varios de los mejores tramos de los Lakers llegaron cuando Malone empleó a quintetos con varios suplentes.
