Santiago.- El expresidente de la Cámara de Diputados y exalcalde de Santiago de los Caballeros, Abel Martínez, expresó su desacuerdo con la fusión anunciada entre el Ministerio de Educación (MINERD) y el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT), al considerar que esta medida debe estar respaldada por una planificación clara que garantice el fortalecimiento del sistema educativo, la formación de capital humano y el impulso a la investigación científica y la innovación.
Martínez destacó que aún no se han definido aspectos esenciales, como el manejo de los fondos del Fondo Nacional de Innovación y Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDOCyT), que financian investigaciones en áreas clave para el país. Asimismo, señaló la necesidad de asegurar la continuidad y el fortalecimiento de los programas de becas para jóvenes dominicanos que cursan estudios en universidades nacionales e internacionales.
“El país necesita seguir avanzando en la educación y la formación de profesionales altamente capacitados. Cualquier reestructuración debe partir de un plan bien diseñado, que garantice una transición efectiva sin afectar la calidad educativa ni el acceso a oportunidades de crecimiento para nuestros jóvenes”, expresó Martínez.
Propuestas
En ese sentido, Abel Martínez sugiere que, en lugar de una fusión apresurada, las autoridades deben enfocarse en medidas concretas que contribuyan a mejorar la educación en todos sus niveles, tales como:
1.Mejor coordinación entre los ministerios: establecer mecanismos de articulación entre el MINERD y el MESCyT que faciliten una transición efectiva entre la educación media y superior sin afectar la calidad académica.
2.Protección de los fondos de investigación: garantizar la continuidad y optimización de los recursos destinados a la investigación científica y tecnológica, asegurando su impacto positivo en el desarrollo del país.
3.Fortalecimiento de los programas de becas: ampliar las oportunidades para que los jóvenes dominicanos puedan acceder a formación en instituciones nacionales e internacionales de prestigio.
4.Eficiencia en la ejecución presupuestaria: asegurar que los recursos asignados a la educación sean utilizados de manera estratégica y transparente, con el objetivo de maximizar su impacto en la calidad del sistema educativo.
En cuanto al Instituto Agrario Dominicano, Abel Martínez entiende que lo que se debe hacer es fortalecerlo.
El aspirante presidencial Abel Martínez, también dijo posición en torno a las intenciones del Gobierno de eliminar el Instituto Agrario Dominicano (IAD) asegurando que, en lugar de eliminarlo, deberían enfocarse en su modernización y fortalecimiento.
“El IAD ha jugado un papel clave en la titulación de tierras y el apoyo a los productores agrícolas. Más que eliminarlo, es necesario relanzarlo con nuevas estrategias que lo hagan más eficiente y que realmente contribuya al desarrollo del agro y de los pequeños y medianos productores”, planteó.
Martínez indicó, además, el IAD ha sido esencial en el respaldo a miles de parceleros, contribuyendo significativamente a su desarrollo productivo y socioeconómico. Su labor ha generado riqueza que garantiza el bienestar de las familias rurales. Eliminar el IAD podría desarticular estas estructuras de apoyo, afectando negativamente la producción agrícola y la calidad de vida en las zonas rurales. En ese sentido, propone las siguientes consideraciones para evitar su cierre.
Propuesta de Transformación en Lugar de Eliminación:
En lugar de suprimir el IAD, se propone transformarlo en un Instituto de Desarrollo Rural enfocado en una agricultura intensiva. Esta transformación permitiría mejorar las condiciones de vida de los parceleros, garantizar la seguridad jurídica en la tenencia de la tierra, reducir la pobreza y elevar la calidad de vida de las familias beneficiarias de la Reforma Agraria.
Riesgos de Centralización de Funciones:
Absorber las funciones del IAD en el Ministerio de Agricultura podría llevar a una centralización excesiva, lo que dificultaría la atención personalizada y especializada que requieren los pequeños agricultores y parceleros. El IAD, al estar más cercano a las comunidades rurales, entiende mejor sus necesidades específicas y puede brindar soluciones más efectivas.
Impacto en la Seguridad Alimentaria:
La eliminación del IAD podría comprometer la seguridad alimentaria del país. Al debilitarse el apoyo a los pequeños productores, podría reducirse la producción local de alimentos básicos, aumentando la dependencia de importaciones y vulnerando la soberanía alimentaria.
Contexto Internacional y Competitividad:
Con la entrada en vigor de acuerdos como el DR-CAFTA, la producción local enfrenta mayores desafíos. Eliminar el IAD en este contexto podría dejar a los pequeños productores en desventaja competitiva, al carecer del apoyo necesario para adaptarse a las nuevas condiciones del mercado.
Propuesta Alternativa:
Se recomienda su reestructuración y modernización para adaptarse a las necesidades actuales del sector agropecuario. Esto incluiría la implementación de tecnologías modernas, capacitación continua a los agricultores y la promoción de prácticas agrícolas sostenibles. Además, fortalecer la colaboración entre el IAD y otras instituciones gubernamentales podría optimizar recursos y evitar duplicidades sin sacrificar la calidad del servicio.
En conclusión, la eliminación del IAD podría traer más perjuicios que beneficios al sector agropecuario y al desarrollo rural del país. Una transformación enfocada en su fortalecimiento y modernización sería una alternativa más beneficiosa para garantizar el progreso y bienestar de las comunidades rurales.
Con estas declaraciones, Abel Martínez reafirma su compromiso con el fortalecimiento de la educación, la investigación y el desarrollo del campo dominicano, apostando siempre por soluciones viables que impulsen el progreso del país.