Nueva York.– Alec Baldwin confesó haber atravesado uno de los periodos más oscuros de su vida tras la tragedia ocurrida en el set de la película Rust, donde murió la directora de fotografía Halyna Hutchins en octubre de 2021.
Impacto emocional y familiar en Alec Baldwin tras la tragedia
En una entrevista reciente en el pódcast Dopey: On the Dark Comedy of Drug Addiction, el actor estadounidense habló abiertamente del profundo impacto emocional, familiar y profesional que sufrió, especialmente después de que se reabrieran los cargos en su contra.
Baldwin explicó que la presión judicial y mediática lo llevó a un estado de agotamiento extremo. Reconoció que llegó a tener pensamientos suicidas, no como un deseo explícito de morir, sino como una sensación constante de no querer despertar y enfrentar otro día igual al anterior.
El actor subrayó que el mayor dolor no era solo personal, sino el que sentía por su esposa, Hilaria, y sus hijos. Contó que le resultaba devastador que sus hijos lo vieran paralizado emocionalmente, sentado en una esquina sin fuerzas para reaccionar.
También mencionó que el sufrimiento se extendió a sus hermanos, colegas y amigos cercanos, afectando todas las áreas de su vida.
«Me rompió cada nervio del cuerpo, espiritualmente, financieramente, en mi carrera y en mi salud», afirmó Baldwin. Incluso aseguró que las secuelas físicas y emocionales del caso le han «quitado al menos 10 años de vida«, debido a los múltiples problemas de salud que comenzó a padecer desde la tragedia.
A pesar de ese panorama, Baldwin destacó que el apoyo de su familia fue clave para no dejarse vencer por los pensamientos más oscuros. Reconoció especialmente el papel de su esposa, quien lo sostuvo emocionalmente en los momentos más difíciles y lo ayudó a encontrar razones para seguir adelante día a día.
El actor también fue crítico con el proceso judicial, acusando a los fiscales de Nuevo México de buscar protagonismo mediático y de cambiar las reglas después de los hechos.
Según Baldwin, la producción de Rust cumplía con las normativas de seguridad de la industria, y fue la intervención de un juez lo que frenó lo que él consideró un proceso injusto.
Hoy, Baldwin asegura que continúa avanzando apoyado en la fe y la esperanza, intentando reconstruir su vida tras una experiencia que marcó profundamente su salud mental y emocional.

