TORONTO – El talento siempre encuentra la manera, y cuando las estrellas se alinean en un momento afortunado, obtienes una semana como la que acaban de tener los lanzadores abridores de los Blue Jays.
Yusei Kikuchi completó una carrera dominante en la rotación en la victoria del miércoles 8-0 sobre los Medias Blancas , continuando con su propio renacimiento personal que se está convirtiendo rápidamente en una de las historias de la temporada para los Blue Jays.
Los ases vuelven a lanzar como ases, y los signos de interrogación, como Kikuchi y José Berríos , superan todas sus expectativas. El dúo llevó al equipo a blanqueadas consecutivas, como exactamente nadie predijo hace un mes, y la rotación está de repente en otro planeta después de algunos problemas de principios de temporada que parecían demasiado contagiosos.
“Los cinco nos hemos unido realmente”, dijo Kikuchi a través de un intérprete del equipo. “Hemos estado comiendo juntos, y en los bullpens, nos hemos estado dando consejos. Es realmente bueno ver a todos y cada uno de nosotros triunfar hasta ahora”.
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Esto es lo que acaba de hacer la rotación de los Azulejos en un viaje a través del orden:
• 33 entradas lanzadas
• 2 carreras limpias (0.55 ERA)
• 16 hits
• 6 bases por bolas
• 37 ponches
“Tenemos el talento. Tenemos el cuerpo de lanzadores para hacer eso. Comienzo a comienzo, lo estamos logrando”, dijo Berríos el martes. “Para mí, [Chris] Bassitt lanzó anoche y lanzó bien, así que tomé eso para motivarme y seguir con esa racha. Tenemos muy buena química. Todos tenemos el mismo objetivo, ganar todos los partidos que podamos. Queremos seguir rodando, seguir empujando, más y más”.
El valor de la sinergia de la rotación va más allá de lo obvio para los Azulejos. Sí, el lanzamiento abridor puede «establecer el tono» y «nunca puedes tener suficiente», pero puedes contar esos viejos adagios en el béisbol que se dicen a menudo pero significan poco. Una rotación lanzando tan bien debería producir al menos el récord de 4-1 que los Azulejos han disfrutado en este turno, pero el verdadero truco es cómo configura esta ofensiva.
En los primeros días de la temporada, los Azulejos abrieron todos los juegos en un hoyo. La primera entrada se convirtió en un agujero del que escapar, y con la adición de algunas luchas inesperadas de Bassitt y Alek Manoah fuera de la puerta, la ofensiva de Toronto se vio obligada a perseguir a los oponentes con demasiada frecuencia.
Eso condujo a algunos de los malos bateos situacionales en esos primeros días, algo que ha mejorado significativamente junto con el ascenso de la rotación. Basta con mirar a Danny Jansen , quien dice que estaba «persiguiendo hits» a principios de esta temporada, pero desde entonces ha seguido el consejo de Brandon Belt y en su lugar está persiguiendo buenos turnos al bate. El resultado fueron dos jonrones el martes y otro el fin de semana en Nueva York.
“Con la forma en que estamos construidos ofensivamente, nos da un poco de tiempo para completar el orden una vez”, dijo el manager de los Azulejos, John Schneider. “Estos muchachos luchan para salir de los agujeros, pero ahora es más fácil agregarlos una vez que logras atravesarlos”.
Bo Bichette fue el motor que impulsó la ofensiva, y se fue de 4-3 con su quinto jonrón de la temporada, un tiro de golf que mantuvo justo en la línea del jardín izquierdo. Bichette está bateando .340, y aunque nunca ha sido de los que miran mucho más allá del siguiente turno al bate, está complacido con el nivel de intención y concentración que ve en la alineación que lo rodea.
Por supuesto, eso es más fácil con el otro equipo mirando un cero por segundo día consecutivo.
“Lo hace fácil”, dijo Bichette. “Si no marcan, vamos a ganar. Han sido especiales”.
Así es como se ve cuando un equipo hace clic en todas las fases. Es raro ver esos elementos separados del juego claramente impactándose entre sí, pero es por eso que los Blue Jays se reconstruyeron de esta manera específica. Los equipos con este talento deberían estar al frente, rellenando a los líderes y entregándolos a bullpens apilados. Toronto puede perseguir victorias cuando lo necesita, y esos días volverán, pero todo se ve mucho más coreografiado y fluido de esta manera.
Es difícil exagerar cuán valiosa sería una carrera continua como esta de Berríos y Kikuchi. Berríos ocupó el último lugar entre los abridores calificados con una efectividad de 5.23 la temporada pasada y Kikuchi no se quedó atrás, registrando una efectividad de 5.19 con un control preocupante. No se parecían en nada a los lanzadores que han sido en lo que va de temporada.
Mantener su desempeño es el truco, pero a medida que dos buenas salidas se convierten en tres, cuatro y cinco, los Azulejos finalmente pueden comenzar a creer que la rotación que están implementando coincide con la que imaginaron desde el principio.
