Toronto.- Los Dodgers de Los Ángeles se negaron a rendirse y forzaron el Juego 7 de la Serie Mundial tras vencer 3-1 a los Blue Jays de Toronto este viernes en el Rogers Centre, gracias a una sólida apertura de Yoshinobu Yamamoto y un batazo decisivo de Mookie Betts.
El estelar lanzador japonés volvió a brillar en el escenario más grande del béisbol, limitando la ofensiva canadiense a una sola carrera en seis entradas magistrales. Yamamoto, quien no completó el juego como en sus dos salidas anteriores de postemporada, fue clave para mantener con vida a los campeones defensores.
El momento determinante llegó en la tercera entrada. Con las bases llenas y dos outs, Betts —quien había tenido dificultades en la serie— conectó un sencillo por el lado izquierdo que impulsó dos carreras, devolviéndole la confianza y la ventaja a su equipo. “Por fin le llegó un lanzamiento que pudo batear y lo aprovechó. Fue un turno al bate importante”, declaró el mánager Dave Roberts tras el encuentro.
Kevin Gausman, abridor de los Blue Jays, había dominado a los Dodgers en los primeros episodios, pero la ofensiva angelina encontró la fórmula para romper su ritmo con batazos oportunos de Will Smith y Freddie Freeman, además del golpe clave de Betts.
Los relevistas Roki Sasaki y Tyler Glasnow se combinaron para cerrar las últimas dos entradas sin permitir libertades, sellando una victoria que envía la serie al límite.
Este será el primer Juego 7 de una Serie Mundial desde 2019, cuando los Nationals derrotaron a los Astros. Según las estadísticas, los equipos que fuerzan un séptimo partido tras ganar el sexto encuentro se coronan campeones en un 62.5% de las ocasiones.

