NUEVA YORK (NBAMANIACS.COM).-Los Celtics aprovecharon la visita de los Nets al TD Garden para mandar un mensaje al resto de la liga. El cuadro de Joe Mazzulla sacó a relucir su versión más arrolladora ante los neoyorquinos, a quienes tumbaron con un demoledor 139-96 que sirvió para recordar a propios y extraños por qué están en lo más alto de la clasificación. Los de Massachusetts usaron la llegada de un rival directo para reactivarse tras algunos partidos de cierta relajación, y quisieron dejar claro que, hasta que se demuestre lo contrario, son el rival a batir esta temporada.
Jayson Tatum y Jaylen Brown, con 18 y 12 tantos respectivamente en el primer periodo, fueron los encargados de marcar el ritmo y llevar en volandas a los suyos en este frenético inicio. A base de triples (se combinaron para un 7/10 en este cuarto) sacaron los colores a la defensa visitante, que no pudo sino ver la diferencia del marcador crecer, y ambos continuaron siendo una pesadilla durante toda la noche al irse hasta los 31 y 26 puntos. En general, prácticamente todos los hombres locales tuvieron sus momentos de inspiración en ataque, lo que les hizo irse hasta los 26 triples anotados (2ª mejor marca de la historia de la franquicia) para no dejar nunca de hacer crecer la brecha.
Poco pudieron hacer ante semejante tormenta de baloncesto los Nets, que acabaron sacando la bandera blanca aún a muchos minutos para el final y que llegaron a perder por hasta 49 de diferencia. Kyrie Irving y Cam Thomas, con 20 y 19 tantos, fueron las principales referencias anotadoras de los neoyorquinos, pero ni siquiera ellos pudieron sobreponerse a una defensa local que recordó a su versión más dominante del año pasado y que impidió que se diera cualquier atisbo de reacción.
Brooklyn ha tenido serios problemas para plantar cara a Boston recientemente, pues, contando partidos de temporada regular y playoffs, han caído en los últimos 10 partidos ante ellos. Con la serie de playoffs del curso pasado aún en el recuerdo, los de Mazzulla se han encargado de seguir dominando cada duelo directo, asegurándose de llegar con un historial muy favorable a un hipotético cruce en la próxima postemporada.
