«Ya no puedo con más mentiras», afirma en esa producción que está disponible en Prime Video bajo el título de ‘I am: Celine Dion’ y en la que reconoce por ejemplo que, a causa del síndrome de persona rígida que comenzó a sufrir hace 17 años, la medicación necesaria para paliar el dolor y subir a actuar hubo de ir igualmente en aumento.
Así cuenta que llegó a tomar «entre 80 y 90 miligramos de Valium diarios». «Y eso solo de Valium», subraya la canadiense, que revela también cómo cada vez fue más necesario apelar a trucos diferentes para ocultar su dolencia al público a medida que iba perdiendo el control de la voz.
«Hacía trampas, como darle golpes al micrófono como si fuese culpa del sonido. A veces teníamos que parar el show para cambiarme de ropa, pero ya no volvía», rememora sobre noches en las que la medicación dejaban de hacer efecto en plena actuación.
El documental, de aproximadamente 90 minutos, es el colofón a una serie de revelaciones que Dion ha ido ofreciendo a sus seguidores durante los últimos años para explicar su ausencia de los escenarios.