El desarrollo de algoritmos de reconocimiento conductual ha permitido a la inteligencia artificial (IA) identificar patrones asociados a la mentira en diferentes contextos. Detectar cuándo una persona no dice la verdad sigue siendo un desafío complejo para la ciencia y la tecnología, pero hoy existen señales que pueden orientar tanto a especialistas como al público general a reconocer ciertos indicios de engaño.
Estos hallazgos surgen del análisis de una combinación de factores verbales, no verbales y fisiológicos.
Indicios para descubrir un mentiroso según la IA.
Uno de los principales indicadores que destacan los sistemas de IA es el cambio en el comportamiento habitual. Cuando una persona miente, suele experimentar una sensación de vulnerabilidad que se traduce en incomodidad y tensión.
Este estado psicológico puede manifestarse en intentos de desviar la conversación hacia otros temas, evitando de manera consciente o inconsciente profundizar en lo que se acaba de afirmar. Los algoritmos han logrado identificar una menor presencia de pronombres personales como “yo” o “mío” en quienes no desean asociarse directamente con el relato que están exponiendo.
En el ámbito del lenguaje, la IA observa alteraciones en el ritmo y la forma de hablar. Una persona bajo presión puede modular la velocidad de su discurso, hablando de forma más acelerada o, al contrario, adoptando un ritmo pausado inusual. El aumento en el tono de voz resulta otro rasgo recurrente, consecuencia de la tensión acumulada en las cuerdas vocales.
En situaciones de apuro, también es frecuente observar interrupciones en la fluidez del habla, como tartamudeos o dubitaciones, particularmente si la persona teme ser descubierta.

