La economía dominicana depende cada vez más de las remesas
En 2024, las remesas representaron un 8.7% del Producto Interno Bruto (PIB) de la República Dominicana, consolidándose como una fuente significativa de ingresos para miles de familias. Este flujo, que alcanzó los US$10,756 millones, refleja el compromiso de los dominicanos en el exterior y su apoyo continuo a sus seres queridos.
Los niveles de remesas también reflejan las limitaciones del entorno económico de la República Dominicana, evidenciando una “exportación de talentos”. Esto ocurre cuando personas, en busca de mejores oportunidades y condiciones de vida, se ven obligadas a emigrar a otros países para alcanzar una calidad de vida superior a la que podrían obtener localmente.
Este incremento en las remesas está estrechamente vinculado a la diáspora dominicana residente en Estados Unidos, que en 2024 aportó el 80.3% de estos recursos. Los dominicanos residentes en España contribuyeron con un 6.3%, en Haití un 1.7%, e Italia un 1.0%, mientras que otros países sumaron el 10.7% restante.
Sin embargo, para asegurar un desarrollo económico sostenible, es fundamental construir un clima de negocios que permita la generación de empleos bien remunerados y la creación de oportunidades dentro del país. Una economía que pueda ofrecer mejores condiciones laborales reducirá la dependencia de las remesas, impulsando una dinámica de crecimiento basada en la productividad y la innovación. Estas mejoras también permitirían menos incentivos para los dominicanos de emigrar.