La Habana.- El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, afirmó que la isla emprenderá una «guerra sin cuartel» contra los «burócratas, los indolente y los corruptos», a los que llegó a tildar de «traidores», días después de conocerse la cadena perpetua contra el exministro de Economía, Alejandro Gil.
El mandatario hizo estas declaraciones durante el cierre de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento unicameral).
Aunque no mencionó directamente a Gil, Díaz-Canel señaló que la «burocracia, indolencia y corrupción» son «lastres» que frenan al país y que en ellos «anida la traición».
«Los burócratas, los indolentes y los corruptos son la negación misma de la revolución, porque en sus actitudes se recoge un desprecio profundo por el pueblo, que es la esencia y el sentido de la revolución (…) el antídoto está en el pueblo, que tarde o temprano hace caer la máscara del simulador», afirmó.
Díaz-Canel también llamó la atención por distintos actos corruptos puntuales, como el desvío de recursos.
El exministro cubano de Economía y Planificación fue sentenciado por el Tribunal Supremo a cadena perpetua por varios delitos, entre ellos espionaje, cohecho y sustracción y daño de documentos u otros objetos.
El sancionado, explicó el Supremo en un comunicado, «mediante un actuar corrupto y simulador, se aprovechó de las facultades otorgadas por las responsabilidades que asumió para obtener beneficios personales, recibiendo dinero de firmas extranjeras y sobornando a otros funcionarios públicos para legalizar la adquisición de bienes».
El Tribunal Supremo Popular consideró que estos hacen merecedor al investigado de una «respuesta penal severa» al dejar establecido que «la traición a la Patria es el más grave de los crímenes y quien la comete está sujeto a las más severas sanciones».
Gil, que era también un estrecho colaborador de Díaz-Canel y miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal), estuvo al frente de la cartera de Economía y Planificación entre 2018 y 2024.
Problemas económicos
Gran parte del discurso de Díaz-Canel estuvo dedicado a la economía, el tema principal de esta sesión única en la Asamblea.
El mandatario reconoció que la crisis de la isla no es «una crisis más», sino el resultado de «distorsiones» y «errores propios» en la gestión macroeconómica del país.
«Nadie en Cuba necesita que le expliquen que la economía está en tensión. Se siente en las colas, en el bolsillo, en los apagones, en el transporte que no llega y en el plato de comida que escasea. Venimos de años de decrecimiento del producto interno bruto negativo, alta inflación, desabastecimiento, crisis energética y caída de ingresos externos», sostuvo.
En una comparecencia anterior, el actual ministro de Economía, Joaquín Alonso, adelantó que el Ejecutivo prevé un «discreto» crecimiento económico del 1 % para 2026, la misma tasa que proyectó para el presente ejercicio y que no se va a cumplir, ya que el producto interno bruto (PIB) se ha vuelto a contraer.
El órgano legislativo celebró su sesión ordinaria final del año, que normalmente reúne durante dos o tres días, con una versión reducida y por videoconferencia debido a la profunda crisis en que se encuentra sumida la isla.

