La Habana.- El gobierno cubano anunció que permitirá la inversión extranjera en el comercio mayorista y -a través de empresas mixtas- también en el comercio minorista.
El anuncio forma parte de un paquete de medidas de flexibilización para dinamizar la economía, que sufre desde hace dos años una grave crisis económica.
La viceministra primera de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Ana Teresita González, aseguró en la televisión pública que son «medidas arriesgadas que no resuelven por sí solas los problemas» del país, que se encuentra en un «escenario complejo».
El objetivo de estas reformas, agregó González, es lograr una «mayor eficiencia» en el comercio minorista nacional.
“Buscamos que estas medidas tengan una incidencia inmediata en los problemas de desabastecimiento» que padece el país, afirmó.
Los inversionistas extranjeros podrán crear entidades para comerciar en el mercado mayorista y conformar empresas mixtas -de «manera selectiva»- para «realizar actividades de comercio minorista».
Estas nuevas empresas se centrarán en la venta de «materias primeras, insumos, equipamiento y otros bienes» para «impulsar el desarrollo de la producción nacional», así como suministrar alimentos, productos de higiene e incluso sistemas de generación de electricidad de fuentes renovables».
Hasta ahora, agregó González, la inversión extranjera se había limitado a la producción, y el comercio estaba restringido a entidades de carácter estatal en el país comunista.
Señaló también que estos productos se ofrecerán en pesos cubanos (cup) y en moneda libremente convertible (MLC), una controvertida moneda virtual cubana basada en divisas extranjeras que se emplea en una red de tiendas estatales.
Betsy Díaz, ministra de Comercio Interior, subrayó que «el sector del comercio también tiene necesidad de la inversión extranjera».
No obstante, recalcó que el sector no se ha abierto completamente. El acceso ya no es «restrictivo», pero el actor prioritario sigue siendo el estatal, matizó Díaz.
Díaz añadió que se priorizarán las iniciativas de este tipo de inversores extranjeros con trayectoria en el país y a países aliados.
IMPORTACIÓN Y EXPORTACIÓN
González avanzó asimismo que se le va a permitir a algunas entidades no estatales actividades de comercio exterior, tanto importar como exportar.
También en este ámbito se mantendrán las restricciones porque, como recalcó, el país no ha «renunciado al monopolio del comercio exterior» ni tiene previsto hacerlo.
El Estado cubano, abundó, siempre mantendrá el control, aunque «determinados actores» privados puedan participar en la «operatoria».
La importación, detalló, se restringirá a quienes cuenten con divisas propias para esta actividad sin necesidad de financiación y sean capaces de obtener «mejores precios para la población cubana» que la empresa estatal.