Santo Domingo.- El cine dominicano vive un momento sin precedentes: por primera vez fuera del marco de un festival, nueve películas de producción nacional se exhiben simultáneamente en las salas del país.
Este logro no solo representa un aumento notable en la producción de cine local, sino que también evidencia una madurez artística y comercial que le permite competir directamente con grandes producciones internacionales. Entre los estrenos que comparten la cartelera se encuentran títulos de géneros diversos, como dramas sociales, comedias populares, documentales históricos, romances rurales e incluso cine experimental. Esta variedad refleja la riqueza creativa del cine dominicano y su capacidad para conectar con audiencias múltiples dentro y fuera del país.
Uno de los estrenos más destacados es La Grande, un documental biográfico sobre la vida de Fefita La Grande, una leyenda viva del merengue típico, que ha cruzado fronteras al estrenarse también en salas de cine en los Estados Unidos. Esta película no solo rinde homenaje a una figura icónica de la música dominicana, sino que también abre una ventana a la identidad cultural del país a través del cine.
Acompañando este estreno se encuentra De Sicilia a Santo Domingo, un documental que desentraña los vínculos históricos entre la República Dominicana, la mafia italoamericana y el rodaje de El Padrino II en el país hace cincuenta años. Otro título destacado es Libélula, un drama intimista ambientado en Nueva York en los años 80, que aborda los temas de migración, memoria y trauma desde una perspectiva profundamente humana.
También hay espacio para propuestas más populares y humorísticas, como Sanky Panky 4: De Safari, una nueva entrega de la exitosa saga de comedia tropical, y Los Rechazados, una aventura satírica cargada de humor criollo. A estos se suman dramas conmovedores como Día 8, Dossier de Ausencias y Pepe, esta última una arriesgada apuesta de cine experimental con reflexiones filosóficas narradas desde la perspectiva de un hipopótamo.