REDACCIÓN DE SALUD.- Una investigación de la Universidad de Columbia reveló que experimentar enojo o ira puede provocar una contracción temporal de los vasos sanguíneos, un efecto que podría aumentar el riesgo a largo plazo de enfermedad cardíaca.
Su equipo llevó a cabo experimentos en los que se monitoriza la actividad de los vasos sanguíneos mientras las personas estaban en estados de ira frente a estados de ansiedad, tristeza o emociones neutras.
Descubrieron que un estado mental de enojo estaba relacionado con una incapacidad temporal de los vasos sanguíneos para relajarse como deberían.