SANTO DOMINGO.-El expresidente de la Asociación Nacional de Detallistas de Gasolinas, (Anadegas), Juan Ignacio Espaillat, calculó ayer que, en caso de que el Gobierno no asuma un subsidio a los combustibles este viernes, a la gasolina regular habría que subirle 52.10 pesos a la premium 61.60 y 99.20 al gasoil.
Espaillat recordó que desde el año 2001 se instaló en Anadegas –cuando él era presidente de la organización- una oficina de cálculo de precio de los derivados de petróleo, a propósito de que fue promulgada la Ley 112-00 (de Hidrocarburos) y el reglamento 307.
Esa oficina de cálculos posteriormente fue trasladada a un local en la empresa con la que trabaja Juan Ignacio y todas las semanas analiza de cerca el comportamiento de los derivados de crudo, con números frescos.
Según su análisis, el viernes de la semana pasada el gobierno dejó de subirle 23.30 pesos a la gasolina regular, 30.80 a la gasolina premium y 43.80 al gasoil.
“Esos son números precisos que nosotros semana tras semana analizamos y nos damos cuenta si el Ministerio de Industria y Comercio cambia algún parámetro cuando dispone la colocación semanal de precios de los combustibles”, indicó, entrevistado en Despierta con CDN, por el canal 37. “Hay un impacto brutal en el precio de los combustibles, ya”, dijo el dirigente de Anadegas, cuando se le preguntó sobre el contexto actual, caracterizado por carestía de materias primas, sumado al conflicto entre Rusia y Ucrania.
Se le preguntó si el gobierno realmente asume la totalidad de la deuda, siempre se compromete con los importadores para no castigar cada semana a los consumidores con las alzas que deberían aplicarse y no se aplican por ser duras.
Su respuesta fue esta: “El gobierno es el que fija los precios y al fijar los precios, que no coincidan con la fórmula de cálculo y el precio de paridad de importación, entonces el gobierno tiene que compensar a los importadores y esa compensación la hace normalmente a fin de cada mes. En este gobierno se está haciendo. Antes se acumulaban y pasaban a la Refinería Dominicana de Petróleo, empresa que llegó a tener deudas de 2,800 millones de pesos pendientes de cobrar por el gobierno”.
Explicó que “cuando los otros importadores traían combustibles los ponían a pasar trabajo y les pagaban quizás cada seis meses o a fin de año”. “Pero no era tanto dinero, porque el importador privado lo que hacía antes era que cuando los precios locales estaban por debajo de los internacionales dejaba de importar y se iban a la Refinería a buscar productos, llevando a esa empresa a tener situaciones financieras muy difíciles”, indicó.
Espaillat aseguró que todos los gobiernos están tomando previsiones para asegurar sus mercados.
Sostuvo que en el proyecto de modificación de la Ley de Hidrocarburos se procurará eliminar una serie de discrecionalidades que existen en la actual norma, pero, según Espaillat, el nuevo proyecto vuelve y dejar en manos del ente regular una gran parte de decisiones, porque no define.