El portavoz de la Policía haitiana, Garry Desrosiers, hizo el anuncio en una conferencia de prensa en Puerto Príncipe, recordando que el expediente de la investigación ha sido remitido a la Justicia para el seguimiento necesario.
Afirmó que esta recomendación se hizo tras la evaluación administrativa realizada por la Inspección General de la Policía.
«Más de veinte personas fueron puestas a disposición de la Justicia. Más de una docena de personas son buscadas tanto a nivel nacional como internacional a través de Interpol. Varias armas y vehículos confiscados. Todo esto forma parte del paquete enviado a la Justicia», dijo Desrosiers.
Un comando armado integrado en su mayoría por exsoldados colombianos entró sin resistencia a la casa de Moise en un exclusivo sector de Puerto Príncipe y le dio muerte a tiros y causó heridas graves a su esposa.
SE CUMPLE UN AÑO DEL MAGNICIDIO
El Gobierno haitiano declaró el 7 de julio de 2022, cuando se cumple un año del magnicidio, como día no laborable. Una decisión adoptada durante un Consejo de Ministros celebrado la semana pasada.
Asimismo, el Ministerio de Educación tomó la decisión de realizar los exámenes de bachillerato del 1 al 6 de julio para facilitar las conmemoraciones del 7 de julio.
Sin embargo, hasta el momento las autoridades no han dado detalles en torno a las conmemoraciones oficiales para marcar un año desde el magnicidio.
Los partidarios de Jovenel Moise tienen previsto salir a las calles de la capital los días 7 y 8 de julio para seguir exigiendo justicia para el malogrado presidente, y también denunciar al primer ministro, Ariel Henry, por supuestamente obstruir la investigación.
UN AÑO DESPUÉS SU FAMILIA NO ESTÁ SATISFECHA
El domingo pasado, día en el que Jovenel Moise cumpliría 54 años, su hija Joverlein Moise escribió en su cuenta de Twitter un mensaje en el que deseaba a su padre un feliz cumpleaños.
Joverlein Moise dijo que durante las últimas semanas han «actuado en silencio, porque entendemos que esta búsqueda de la justicia no es una exhibición».
Agregó, que a la familia del asesinado gobernante «nunca» le ha pasado por la cabeza abandonar la lucha para que los que cometieron el crimen sean enjuiciados.