REDACCION INTERNACIONAL,- Un vídeo difundido en redes sociales este fin de semana muestra cómo el Dalai Lama trata de besar a un menor en la boca en un acto público. El líder del budismo tibetano, Tenzin Gyatso, sostiene al niño de frente, ante la mirada atenta de otros monjes y, tras dialogar con él, le besa mientras le sujeta.
Después, tal y como se puede ver en el vídeo, este hombre de 87 años de edad saca la lengua al menor y le insta, en tono jocoso, a besársela. Algo que el menor hace de manera, si cabe, obligada, pues el Dalai Lama le sostiene por la cabeza.
El vídeo ha causado numerosos comentarios de condena en redes sociales, mientras que desde el entorno del líder religioso aseguran que sólo se trata de una broma.
Esta no es la primera vez que Tenzin Gyatso se encuentra en medio de una polémica. En una entrevista de 2019, tras ser preguntado por la posibilidad de que una mujer lidere el budismo tibetano, argumentó que sólo podría ocurrirlo si era una «mujer atractiva».
El comentario del Dalai Lama, entonces, también generó una gran agitación mediática que obligó al budista a pedir disculpas por su comentario machista. No en vano, el líder religioso también quitó hierro al asunto justificando su comportamiento como una simple broma.
Su silencio ante los abusos sexuales a menores
Además, en 2018 después de que salieran a la luz algunos testimonios de personas que denunciaban haber sufrido abusos sexuales durante su infancia en templos budistas, el Dalai Lama reconoció que conocía esos hechos desde los años noventa y que, aún así, guardó silencio.
En una entrevista con medios neerlandeses, el religioso afirmó que los testimonios de cuatro denunciantes «no eran nuevos» y que él «ya sabía de todas esas cosas». El dirigente no denunció los hechos a las autoridades y simplemente discutió cómo proceder con algunos monjes cercanos. De hecho, el Dalai Lama sabía desde 1992 de las acusaciones contra Sogyal Rimpoché, uno de los maestros budistas más conocidos y polémicos por haber cometido todo tipo actos de violencia sexual contra sus alumnos.
Estos hechos del pasado hacen que el beso del Dalai Lama al menor esté aún más en tela de juicio por parte de asociaciones de víctimas de abusos sexuales, que consideran que el argumento de la «broma» no es válido.