Por Charlie Núñez
“Arriba aunque sea guindando”, se ha convertido en el concepto político de muchos de los que ejercen la militancia política.
Es por esta razón que la mayoría de aliados que mantuvo el Partido de la Liberación Dominicana durante su estadía de 16 años consecutivos en la administración pública, se movilizaron hacia el PRM cuando vieron que los vientos soplaban contrario al partido morado, esta movilización incluyó a miembros incluso de las más altas instancias del PLD.
Sin importar el camino elegido, la forma o las justificaciones para llegar y apoyar al presidente Luis Abinader, a menos que sean tarados y creo no los son, todos esperaban un pedazo del bizcocho que se repartiría en la fiesta, principalmente los que se fueron que en teoría harían grandes aportes, ya fuera a nivel local o nacional.
Llegó el día más esperado de agosto y me imagino, yo no vi el show, que todos o casi todos se vistieron de blanco para ir a ocupar su silla al lado de Alofoke, Marc Anthony o algún artista famoso, pero a la fiesta que deseaban estar era en la de palacio levantando sus manos derecha, allí no fueron invitados porque, no sé si en septiembre, pero en agosto han sido “cubiados”.
Eduardo Estrella y su Dominicanos por el cambio
Quique Antún y su Partido Reformista, Julio César Valentín y Justicia Social, Trajano y su PRI, (aunque este medio cobró alante), Maritza Ortiz y su PAL, Zorrilla Ozuna, (quien puso a Abinader a jurar en público que lo nombraría), Guillermo Moreno y su Alianza País, Max Puig y su alianza por la Democracia, PNVC, MODA, PHD, FA, PUN, UDC, PDP.
Figuras que crearon movimientos que modificarían el escenario político como Víctor Suárez, Lupe Núñez, allí fueron más ex diputados, ex alcaldes, ex senadores de todos los partidos y todos olieron donde guisan, pero ninguno ha sido invitado a comer, todos “cubiaos”.
Y les sugiero no hacerse mucha ilusión, pues aunque le tiren un segundo piso al gobierno, no habrá cama para tantas promesas, y ya ustedes vieron a su presidente, que las promesas incumplidas él las celebra como logro.
Así que a esperar la próxima guagua a ver qué tal enganchamos, perdón, que yo sigo caminando, despacio pero con mis propios zapatos.