ESTADOS UNIDOS (NBAMANIACS.com).-Tras alcanzar las Finales de Conferencia en 2024, los Minnesota Timberwolves dieron una de las grandes sorpresas del mercado enviado a Karl-Anthony Towns a Nueva York a cambio de Julius Randle y Donte DiVincenzo. Y un año después, tras repetir resultado, no descartan otra sacudida. Así lo ha admitido su general manager Tim Connelly, que se ha mostrado dispuesto a agitar las cosas en verano si considera que eso les permite crecer.
«Si tenemos que sacudir las cosas para hacernos mejor equipo, sin duda estamos abiertos a ello» afirmó Connelly, quien sin embargo admitió que le gustaría dar otra oportunidad a la plantilla. «Pero tiendo a posicionarme en favor de la continuidad. La paciencia apenas existe en el deporte profesional, y las organizaciones que son pacientes acostumbran a alcanzar un alto grado de éxito.
Aunque, eso sí, tiene claro que nunca se debe confundir paciencia con conformismo: «Sin embargo, la paciencia no debe llevarnos a evitar tomar riesgos» concluyó.
Riesgo con beneficios
Riesgo fue precisamente lo que tomaron los Timberwolves el año pasado cuando se deshicieron de Towns, riesgo que sin embargo trajo sus beneficios. Pese a que les costó adaptarse al cambio y empezaron la temporada dejando mucho que desear, cerraron el año a un gran nivel, lograron que Randle diera su mejor versión en playoffs, y llegaron a unas Finales del Oeste en la que tuvieron la desgracia de cruzarse con unos Thunder históricos. Lo cual, sin duda, puede considerarse un éxito.
El problema es que esos Thunder van (o eso parece) a seguir ahí, obligando a cualquiera que quiera arrebatarles el trono del Oeste a dar un salto de calidad. Y quizás en eso piensa Connelly cuando afirma que no descarta movimientos importantes. Habrá que estar por tanto pendientes de lo que haga Minnesota durante el verano, porque, tras liberar masa salarial con el movimiento de KAT, tal vez se animen a hacer algo grande.
No obstante, dicha reducción salarial no fue suficiente para quedar por debajo del segundo apron, un límite con el que Connelly se ha mostrad cauto: «Puedes sobrepasarlo un poco, pero no puedes quedarte por encima mucho tiempo. No solo porque sea muy caro, sino porque el castigo es muy grande».