Los Warriors resucitan a base de triples de Curry

SAN FRANCISCO (NBAMANIACS.com).-Golden State necesitaba con urgencia una victoria y la consiguió de la mejor manera que conoce: con Stephen Curry anotando triples. El base lideró a los suyos a un más que necesario triunfo en Minnesota por 115-116, resultado que devuelve a los californianos a las posiciones de play-in y ayuda a olvidar al menos por unas horas la crisis que parecen atravesar en cuanto a resultados y confianza.

No hubo rastro de esta crisis al inicio del choque, en el que, de la mano del base, los de Kerr jugaron quizás su mejor cuarto de lo que llevamos de temporada. Con un trabajo defensivo que frenó en seco a los Timberwolves y la inspiración del base desde el perímetro, abrieron el duelo con un parcial de 12-34 que les puso todo enormemente de cara y obligaba a los locales a remar a contracorriente durante toda la noche si querían optar al triunfo. Pero, con tanto partido por delante y un rival endeble en frente, era muy pronto para darse por vencidos.

Minnesota fue poco a poco recortando la diferencia gracias a la labor de Anthony Edwards y un Donte DiVincenzo cada vez más cómodo en su nuevo equipo. Con 28 puntos cada uno, no cesaron en su empeño hasta que, a falta de un minuto para el final, el cuadro de Finch logró por fin empatar el partido a 108-108, marcando la primera vez desde el 0-2 en que los Warriors no iban por delante. Todo parecía dispuesto para la remontada y la fiesta local, pero entonces ocurrieron dos cosas.

El triple y el rebote

La primera fue un triple de Curry, el séptimo de la noche en 12 intentos, que devolvió rápidamente la ventaja a los visitantes. El base, que ya había anotado otro lanzamiento de tres apenas dos minutos antes, usó su constante movimiento sin balón para llegar liberado a una esquina y anotar el tiro que le hizo alcanzar los 31 puntos, convirtiéndose así en el máximo anotador del choque. Y, de forma más importante, volver a afianzar a los suyos al frente.

No obstante, la inseguridad volvió a atacar a los Warriors, que, tras un intercambio de canastas, cometieron una pérdida tontísima en un saque de fondo que permitió a Minnesota colocarse a un punto (112-113) y hacer falta a un tirador subóptimo como Gary Payton, que tuvo que asumir la responsabilidad del cerrar el choque en el 4,60. El base pudo anotar el primero, pero erró su segundo lanzamiento, dando una opción a los locales de ir a por el triunfo en la última posesión… si hubiesen capturado el rebote.

Andrew Wiggins fue el mejor escudero de Curry con 24 tantos, pero su aportación más importante llegó en el rebote decisivo, en el que, más listo que nadie, se hizo con el esférico y se lo dio a Stephen para que, él sí, matase el choque con dos tiros libres. Con 112-116 en el marcador, el posterior triple de Edwards no sirvió ya para nada más que maquillar el marcador, pues el triunfo se iba con los Warriors de vuelta a San Francisco. Donde, sin duda, lo necesitaban con urgencia.

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