Santo Domingo. – La madre del fenecido David de los Santos, Damiana Correa, expresó que esperaba 30 años para todos los acusados de torturar a su hijo en una celda del destacamento de Naco, y no solo para tres de los imputados como dictó el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional.
«No estoy de acuerdo. Eso no era lo que esperaba», dijo Correa.
Así se expresó la dama luego de que las autoridades judiciales dispusieron hoy 15 años para dos agentes de la Policía y descargó al capitán que estaba a cargo del cuartel y a un raso.
No obstante, reiteró que es cristiana y confía en que Dios hará justicia por su hijo que falleció cuatro días después de la golpiza que recibió en el cuartel por tres presos, luego de ser introducido al lugar esposado con las manos hacia atrás, en total indefensión.
En la audiencia también fueron absueltos los cuatro miembros de la seguridad de la plaza Ágora Mall que detuvieron al joven cuando estaba en el segundo nivel después de un incidente en una tienda de perfume en ese establecimiento.
Los policías condenados son el segundo teniente Germán García de la Cruz y el cabo Alfonso Decena Hernández, quienes sustituyeron de turno en el destacamento al capitán Domingo Alberto Rodríguez y el raso Sari Manuel González, estos dos últimos declarados no culpables.
Los civiles condenados por tortura y barabarie son los civiles Santiago Mateo Victoriano, Michael Pérez Ramos y Jean Carlos Martínez Peña, quienes estaban en la celda cuando llevaron a la víctima esposado con las manos hacia atrás.
Las juezas Giselle Méndez, Tania Yunes y Jissel Naranjo dijeron que las pruebas establecieron que el capitan y el raso absueltos no estaban en el destacamento en el momento de la paliza a De los Santos. No obstante, fueron quienes lo recibieron.
Máximo Peña, abogado de la familia de David de los Santos, sostuvo que los dos miembros de la Policía descargados, aunque no estaban en el destacamento ya cuando el joven fue torturado, propiciaron también el crimen al recibir sano al joven y colocarle las esposas con la mano hacia atrás.
«Las esposas hacia atrás facilitaron todos los golpes que le dieron a David y también su muerte por la falta de este poder defenderse y moverse», dijo Peña.