SANTO DOMINGO.-Una investigación que inició el Ministerio Público en contra de un grupo criminal organizado desarticulado por la Operación Pandora conformado por miembros de la Policía Nacional, señala de manera preliminar que su objetivo era el tráfico ilícito de municiones, la tenencia y uso de armas de fuego para su comercialización y exportación, así como la legitimación de capitales provenientes del tráfico ilícito de armas de fuego, municiones, explosivos, sus accesorios y otros materiales relacionados.
De acuerdo con el expediente de este caso, el 24 de octubre del año 2024 se realizó una auditoría y salió a la luz que 908 mil municiones de diferentes calibres y accesorios fueron robadas del Departamento II de la Intendencia de Armas de la Policía Nacional. La sustracción de estas municiones para la Policía Nacional y el Estado dominicana significa un impacto de (RD$64,954,505.48).
El informe levantado a la fecha señala que existe un significativo faltante en las municiones:
-Ochenta y dos mil novecientos cuarenta y nueve (82,949) cartuchos calibre 12 mm, carga 6.
-Diez mil cuatrocientos cuatro (10,401) cartuchos, calibre 12 mm, carga 8.
-Veintiséis mil cientos veintiocho (26,128) cápsulas, calibre 7,62 mm.
-Cuatrocientos ochenta y nueve mil novecientos siete (489,907) cápsulas, calibre 9mm
-Doscientos treinta mil trecientos cuarenta (230,340) cápsulas, calibre 5.56 mm.
-Ciento siete (117) cápsulas, calibre 45 mm.
-Sesenta y ocho mil sesenta y seis (68,066) cartuchos de gomas para escopeta, calibre 12 mm.
-Cincuenta y nueve (59) gases lacrimógenos.
-Treinta y uno (31) proyectiles calibre 37mm.
Al comparar este balance con el inventario físico, se identifican faltantes significativos sin justificación adecuada.
Imputados
De las indagatorias realizadas por el Ministerio Público, conjuntamente con la Policía Nacional, se ha constatado que los responsables del control y custodia del Departamento II de la Intendencia de Armas de la Policía Nacional, son los imputados Narciso Antonio Feliz Romero, (Coronel, P.N., Nelson Valdez, (Capitán P.N.), Víctor Manuel Santos Rodriguez, (Capitán P.N.), Juan Miguel Soler Pérez (Capitán P.N.), Morelbin Medina Pérez (Raso, P.N.)
Narciso Antonio Feliz Romero, (Coronel, P.N.), quien desde el mes de noviembre del año 2023, hasta el veinticinco (25) de octubre del año 2024 desempeñó funciones como encargado (Intendente) del
Departamento II de Intendencia de Armas de la Policía Nacional, tal y como se hace constar en el oficio Núm. 38375 de fecha 08 de noviembre del año 2024 emitido por la Oficina del Director General de la Policía Nacional, posición esta que utilizó para desarrollar las acciones delictuosas de sustracción, venta y comercialización de municiones y accesorios que se encontraban bajo su control y custodia, utilizando a los miembros Nelson Valdez, (Capitán P.N.), Jorge Luis Zorrilla Marte, (Cabo P.N.), Héctor José Acevedo Liriano, (Raso P.N.) y Morelbin Medina Medina Perez (Raso P.N.) beneficiándose económicamente de estos actos ilícitos.
El expediente detalla que el Coronel Narciso Antonio a sabiendas de los resultados de la relación de existencia de municiones en los depósitos de la Intendencias de Armas realizado en el mes de octubre de 2024, se encargó que no se hiciera el reporte de las municiones faltantes.
Se instruyó al Cabo Jorge Luis Zorrilla Marte, P.N. junto a todo el personal masculino, a trasladar cápsulas para hacer una auditoría, decidiendo el Coronel Feliz Romero, P.N., hacer unos activos falsos con las cajas de cartuchos camuflajeadas dentro de las cajas para municiones 5.56 mm., accionar que construyó parte del ocultamiento y fraude contable cometido por los imputados.
El veinticuatro 24 de octubre del año 2024, ante la realización de la auditoría antes referida en los depósitos del Departamento II de la Intendencia de Armas de la Policía Nacional, el Coronel Narciso Antonio reliz Komero, P.N., y el Capitan Victor Manuel Santos, P.N, emitieron instrucciones al personal involucrado de que se realizaran movimientos para encubrir la talta de las municiones, ya que las mismas iban a ser contadas, por lo que el Coronel Narciso Antonio Feliz Romero, P.N.
Instruyó que se buscaran proyectiles de este mismo tipo, del depósito del polígono de la sede policial, para rellenar los faltantes, participando el mismo oficial en estos movimientos para aparentar que las municiones estaban allí. De igual manera, a los fines de que no fuera constatada la ausencia de estas municiones, en la auditoría posteriormente realizada en estos depósitos, los imputados, Coronel
Narciso Antonio Feliz Romero, P.N., y el Capitán Víctor Manuel Santos, P.N., también coordinaron que tuesen conteccionadas cajas falsas para cubrir los taltantes en el área de la Intendencia de Armas, lo cual no impidió que se verificara la ausencia de estas municiones que fueron sustraídas para su venta ilegal por estos agentes policiales.
Según declaraciones, el Coronel Feliz Romero, P.N., recibía dinero de la venta de municiones a través del Raso Medina Pérez, P.N., quien era el armero.
Estas actividades se corroboran a través de varios testimonios, como del Cabo Melvin Manuel Sierra Gil, P.N., a quien en ocasión de una compra de cajas de proyectiles preguntó al vendedor (Raso Ángel Rubiel Martínez Bacilio (a) Escobar, P.N.) que de dónde conseguía tantos tiros o proyectiles, a lo que respondió que estuviera tranquilo que eso era de la Intendencia de Policía Nacional, que él era como hijo del comandante que dirigía la intendencia, también llegó a manifestarle que los proyectiles y cargadores que vendía se los facilitaba el Coronel Feliz Romero, P.N., quien era el Intendente.
Aprovechando su condición como custodios de armas, municiones y materiales relacionados, el cabo Zorrilla Marte, P.N., colocó en el vehículo del capitán Juan Miguel Soler Pérez, una bolsa de supermercado que contenía aproximadamente 10 cajas de municiones calibre 5.56 para fusiles, sumando un total aproximado de diez mil (10,000) unidades, que tenían como destinatario el Coronel Narciso Antonio Feliz Romero, P.N.
Adicionalmente, el coronel contaba con las siguientes armas asignadas: una ametralladora semiautomática marca Sig Sauer, calibre 9mm, modelo Belgic, con serie número 628005303, y un revólver marca Ruger, calibre 15 mm., con serie número 540-40914.
Impacto en el presupuesto de la Policía
Durante el año 2024 se produjo una sustracción masiva de municiones del depósito de intendencia de armas ubicado en el Palacio de la Policía Nacional, por parte de los encargados de la custodia de las mismas, para proceder a su venta tanto a policías y civiles.
El impacto económico que produjo la sustracción de estas municiones para la Policía
Nacional y el Estado dominicana fue de (RD$64,954,505.48) esto basado en el precio unitario de cada munición de los distintos calibres, en virtud del precio de adquisición por esta institución castrense, tal y como se muestra en el siguiente cuadro:
Mecanismos para extraer municiones
Entre los mecanismos utilizados para extraer estas municiones de los correspondientes depósitos, estaba el introducirlas en mochilas para así proceder a sacarlas sin levantar sospechas, realizando esta acción el Cabo, Jorge Luis Zorrilla Marte, en coordinación con el Capitán Nelson Valdez, el cual, como encargado de depósitos, entregaba las municiones para estos fines, dando instrucciones además para que otras municiones fueran entregadas al Sub-Intendente de Armas de la Policía Nacional, el Capitán, Juan Miguel Soler Pérez, al cual el Cabo, Jorge Luis Zorrilla Marte, le colocó en su vehículo en tres (03) ocasiones, la cantidad de mil (1000) municiones calibre 9 mm, empacadas en veinte (20) cajas de 50 municiones cada una.
La solicitud de medida de coerción contra los imputados en la Operación Pandora, señala al coronel Narciso Antonio Feliz Romero, como el que creó la supuesta red criminal.