PARIS (EUROPA PRESS).- Jean-Marie Le Pen, el que fue durante cuatro décadas el líder de la extrema derecha francesa y fundador del Frente Nacional (FN), murió este martes a los 96 años.
La figura histórica de la extrema derecha francesa falleció en un centro sanitario de Garches (oeste de París), donde llevaba internado varias semanas. Su estado de salud era muy delicado desde hacía meses, y de hecho fue hospitalizado desde comienzos de noviembre a partir de unos análisis preocupantes.
En un mensaje en su cuenta de X, Jordan Bardella, el presidente de la Agrupación Nacional (RN), el nombre que tomó el partido en 2018, anunció su muerte y le rindió homenaje al destacar que Jean-Marie Le Pen «sirvió siempre a Francia, defendió su identidad y su soberanía».
La noticia cogió por sorpresa a su hija y sucesora de su obra política, Marine Le Pen, que se encontraba de vuelta a París desde el archipiélago francés de Mayotte, en el Índico, que fue informada por los periodistas, indicó un enviado especial de France Info que viajaba con ella en el avión.
Nacido el 20 de junio de 1928 en La Trinité-sur-Mer (Bretaña), de un padre pescador y una madre agricultora, Le Pen tuvo una larga carrera política. Con 27 años fue el diputado más joven de Francia y, poco después, se alistó como voluntario en la guerra colonial de Argelia en la que, como paracaidista, se le reprochó haber practicado la tortura. Su salud había empezado a flaquear desde hacía tiempo y, de hecho, llevaba años apartado de la primera línea por la ruptura política con su hija Marine.
El veterano político, que logró en 2002 un histórico paso a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, puso fin en 2011 a cuatro décadas de presidencia del Frente Nacional para ceder el bastón de mando a su hija, Marine Le Pen, que rebautizó el partido -ahora llamado Agrupación Nacional- con vistas a alcanzar nuevas cotas de poder.
Le Pen se retiró teóricamente de la vida política en el año 2015, cuando fue expulsado del partido que en su día fundó por sus opiniones antisemitas y negacionistas del Holocausto. Llegó a decir que las cámaras de gas de la Alemania nazi fueron «un detalle en la historia de la Segunda Guerra Mundial». Este tipo de polémicas había llevado a Marine Le Pen a distanciarse de su padre, de manera pública y aparentemente también en privado.
La inmigración como mensaje repulsivo
El mayor logro del patriarca Le Pen fue el conseguir que el freno a la inmigración fuera una prioridad en la agenda política. Le Pen influyó desde su posición de diputado nacional (1956-62 y de 1986-1988) y eurodiputado (1984-2019), pues nunca ocupó cargo gubernamental.
Llegó cerca del poder en 2002, cuando superó al socialista Lionel Jospin y pasó a la segunda vuelta de las presidenciales francesas, en las que resultó claramente derrotado por el conservador Jacques Chirac. Su segundo puesto en la primera vuelta creó un terremoto político, y millones de franceses salieron a las calles a protestar contra sus ideas.