Cristel Marte y Dominga Antonia Vargas, enfermeras del recinto, afirmaron que el flujo de asistencia suele decaer durante el fin de semana. Al tiempo que precisaron que “en los últimos días la mayoría de los ciudadanos que han acudido al centro de vacunación van a colocarse la tercera dosis”.
Las representantes de salud pública aseguraron que “muchos ciudadanos se han acercado al centro de vacunación con una actitud escéptica e incrédula”, por lo que han tenido que asumir la tarea de convencerlos de la efectividad de la vacuna.
Una niña de 12 años era la única que aguardaba su turno para recibir la vacuna, en compañía de sus familiares. La menor es residente de Sabana Perdida, comentó que se encontraba allí por requerimiento de la escuela a la que pertenece y también por recomendación de sus padres.
En centro de vacunación de la Universidad Pedro Henríquez Ureña (Unphu), el panorama es similar. Según los médicos y el resto del personal, la presencia de ciudadanos ha sido baja.
Carlos Mateo y Kenny Almonte, estudiantes de 25 y 26 años respectivamente, asistieron a este recinto para colocarse la tercera dosis. Ambos expresaron sentirse confiados con la vacuna y dispuestos a colocarse más dosis de considerarlo necesario.
Los jóvenes manifestaron que asumen como “un compromiso individual” el aplicarse la vacuna para evitar la propagación del virus.
El centro de vacunación de la Estación Eduardo Brito del Metro de Santo Domingo, ocurre la misma situación. Sin embargo, de lunes a viernes reciben en promedio entre 70 y 80 personas diariamente, incluyendo menores de edad y adultos.
