Santo Domingo.– En una decisión histórica para la Iglesia Católica en el Caribe, el papa León XIV anunció este miércoles la creación de una nueva diócesis en la República Dominicana bajo el nombre de Diócesis Stella Maris, que abarcará los municipios de Santo Domingo Este, Boca Chica y Guerra.
Junto al anuncio, hecho rondando el mediodía hora del Vaticano (6:00 a.m. hora dominicana), el pontífice nombró como su primer obispo al padre Manuel Ruiz, sacerdote dominicano ampliamente reconocido por su servicio pastoral y social en comunidades marginadas.
La creación de la diócesis Stella Maris constituye un hito dentro del mapa eclesiástico del país, ya que permitirá una atención más cercana, directa y organizada a millones de fieles que residen en una de las zonas más densamente pobladas del Gran Santo Domingo.
Esta nueva división pastoral refleja el crecimiento demográfico de la región oriental de la capital dominicana y responde a las necesidades espirituales de una comunidad vibrante y en constante transformación.
El nombre escogido por el Vaticano, «Stella Maris» (Estrella del Mar), es uno de los títulos marianos más antiguos y queridos en la tradición católica.
La Virgen María bajo esta advocación es invocada como guía y protectora de los navegantes, y símbolo de esperanza para quienes atraviesan las tempestades de la vida.
Al elegir este nombre, el papa León XIV envía un mensaje claro: esta diócesis será un faro espiritual en medio de los desafíos sociales, económicos y humanos que viven muchas de las comunidades en esta región del país.
El nuevo obispo designado, Padre Manuel Ruiz, es conocido por su incansable trabajo pastoral y social en los márgenes de la capital dominicana.
Creador de proyectos como el colegio Movearte, el parque bíblico de El Dique y un barco-hospital que recorre el río Ozama, Ruiz ha sido un referente de la Iglesia en acción, priorizando la salud, la educación, la ecología y la dignidad humana.
Con esta decisión, el papa León XIV reafirma su llamado a una Iglesia «en salida», que se descentraliza para estar más cerca del pueblo, especialmente de los más vulnerables.
Stella Maris no será solo una nueva diócesis en el mapa; será una casa para los descartados, un refugio para los humildes y un motor de transformación desde la fe.