José Cáceres
La Reforma a la Constitución de la República que ha propuesto el presidente Luis Abinader para dejar “un legado” a las futuras generaciones, en torno a que no se modifique jamás la Carta Magna en torno al modo de elección presidencial, es un paso muy arriesgado, en arena movediza, de cara a la vida institucional a futuro de la Patria.
Eso es lo que los juristas constitucionalistas y expertos, llaman petrificar. Cuando buscan que algo que vuelva piedra.
Cuál es la definición de la palabra petrificar, que está de moda. Aquí les va: “Petrificar: “Endurecer algo de modo que parezca de piedra”
Deseo agregar dos definiciones más: La de castrar en el diccionario de la real academia de la lengua española significa capar. Qué significa la palabra capar: “Extirpar o inutilizar los órganos genitales a una persona o a un animal.
El artículo 124, vigente de la Constitución dice: “Elección presidencial. El Poder Ejecutivo lo ejerce el Presidente o la Presidenta de la República, quien será elegido o elegida cada cuatro años por voto directo. El Presidente o la Presidenta de la República podrá optar por un segundo período constitucional consecutivo y no podrá postularse jamás al mismo cargo ni a la Vicepresidencia de la República. –
Con todo el respeto, el presidente Abinader propone ahora a los asambleístas modificar el artículo 268, que dice así en la actualidad: Forma de gobierno. “Ninguna modificación a la Constitución podrá versar sobre la forma de gobierno que deberá ser siempre civil, republicano, democrático y representativo”.
En la Reforma Constitucional que se conocerá, posiblemente el próximo mes de octubre 2024, les pide a los Asambleístas que le agregue una coletilla al artículo 268, que está subrayado en letras negritas, para diga lo siguiente: “Ninguna modificación a la Constitución podrá versar sobre la forma de gobierno establecida en el artículo 4 de esta Constitución, que deberá ser siempre civil, republicano, democrático y representativo. Tampoco podrá versar sobre las reglas de elección presidencial establecidas en el artículo 124 de esta Constitución”.
La vida mundial es muy cambiante y da muchas vueltas como dicen los adultos. Y con razón. Respetando el derecho de otros, desde mi visión, creo que se será muy drástico, en vez de ayudar, no perjudicará. Tal vez, muchos ahora lo entiendan, ni lo vean, pero con el paso de los años, se verán los “lodos que pudieran traer estas lluvias de la modificación Constitucional”.
Desde mi rincón, veo que el legado quiere dejar el presidente Abinader es que las futuras generaciones, al petrificar como piedra la Constitución de la República, sobre el modo de elección de sus autoridades nacionales, no puedan realizar los cambios estructurales de la vida dominicana, según vayan moviéndose las tendencias del mundo.
No estoy diciendo con esto que se vaya a modificar cada 15 días la Constitución, jamás, pero petrificar el modo de elección de por vida, lo veo muy exagerado.
Sería como castrarle el futuro de la vida institucional a los hombres y mujeres del país vivirán en las próximas generaciones. Vean un poco más allá de la curva.
El nombre de cada asambleísta que otorguen su voto positivo, y de los que están impulsando ese despropósito, quedarán marcado de por vida ante sus representantes. Así lo veo.
