MOSCU (EUROPA PRESS).-Mientras Rusia investiga a los actores principales del que es el atentado más mortífero en el país en las últimas décadas, líderes de países de Europa, Asia, África y América repudian el hecho, que hasta el momento ha dejado 187 heridos y 133 muertos, según la agencia estatal de noticias TASS.
El Consejo de Seguridad de la ONU dijo que es necesario que “los autores de estos actos de terrorismo” rindan cuentas.
La nación de Ucrania se desmarca públicamente de los señalamientos que la relacionan con el tiroteo.
Hombres armados y vestidos de camuflaje abrieron fuego con armas automáticas en el centro de conciertos Crocus City Hall, cerca de Moscú, el viernes 22 de marzo.
Estos individuos también lanzaron «una granada o una bomba incendiaria, que provocó un incendio», según detalló un periodista de la agencia RIA.
La conflagración, que golpeó alrededor de un tercio del edificio, fue controlada horas después por los bomberos.
Luego, las autoridades rusas lograron el arresto de 11 personas, incluidas cuatro presuntamente armadas, que se dirigían a la frontera ucraniana, de acuerdo con el anunció del Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB).
«La comunidad mundial entera está obligada a condenar este monstruoso crimen. Todos los esfuerzos se están poniendo en salvar a la gente», expresó María Zajárova, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, al tiempo que los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU condenaron “en los términos más enérgicos, el atroz y cobarde ataque terrorista” del 22 de marzo.