Por: José Francisco Peña Guaba
En las casas de los líderes principales del Partido Revolucionario Moderno existe una gran preocupación por la caída vertiginosa en todas las últimas encuestas del oficialismo. Esto era de esperarse porque la percepción creada por el Gobierno se ha ido diluyendo, así como sus mentiras, que, al igual que los cojos, no llegan lejos.
Los modernos basaron su crecimiento electoral en una comprada percepción de un supuesto éxito del Gobierno, cosa que las grandes mayorías nacionales hoy entienden inexistente.
Son 23 puntos los que ha bajado en la estima popular el PRM, gracias a la política antipueblo de los funcionarios de su propio Gobierno, todo porque la popicracia palaciega se regodea en su poder y no le importa que la microeconomía dominicana esté en cuidados intensivos; solo atina a pensar en la macroeconomía, que también presenta ya atisbos de crisis, sobre todo en el mercado cambiario, ya que el dólar se cotiza hoy para la compra en casi 65 pesos dominicanos.
Es que fundamentalmente 5 cosas son las que están hundiendo al oficialismo, según los sondeos de opinión recientemente realizados; veamos:
1- El alto costo de la vida: La imparable espiral de precios en todo lo que consumimos tiene más que desesperada a la población y en especial a la clase media, que no accede a ningún tipo de beneficio social por parte del Estado, el aumento de los alimentos, de las medicinas, de todos los servicios públicos, del transporte y los intereses bancarios, situación que hace de esto un verdadero pandemónium.
2- La tanda de apagones: La crisis financiera del sector eléctrico amenaza con dejar a oscuras a medio país y a la otra mitad angustiada, porque no soporta el pago mensual con aumentos injustificados de la factura eléctrica.
3- La percepción de aumento de la corrupción de los funcionarios públicos actuales: Los tantos escándalos últimamente en instituciones públicas están pasándole ya factura al oficialismo, porque a la ciudadanía ya no le interesan las indelicadezas del pasado, sino las del presente Gobierno.
4- Las tantas mentiras y promesas incumplidas: La mitomanía oficialista no tiene fin; anuncian inicio o terminación de obras permanentemente, la mayoría de las cuales todavía están en proyectos. Los gastos corrientes succionan las arcas nacionales y lo poco que se está haciendo aquí es con préstamos.
5- La inseguridad pública: La ciudadanía llena de temores le ha dejado las noches a la delincuencia, por la falta de una política integral de seguridad que integre a las comunidades y de verdad empodere a las autoridades locales.
Lo más significativo y hasta paradójico es que en sondeos de opinión, las mayores críticas al
Gobierno, lo hacen los que al ser encuestados se identifican como perremeístas, tal vez porque los de las bases de ese partido estén tan hastiados de que los oportunistas popis, hoy dueños del poder en esta media isla, los segreguen, porque solo son ellos los beneficiados del oropel oficialista.
Estos blancos, ricos y acicalados han instituido un esteticismo gubernamental, que es lo que más se parece a un apartheid, pero no me cabe duda alguna de que, gracias a Dios, la indignación ciudadana los sacará del poder en las próximas elecciones.