Por José Francisco Peña Guaba
Desde tiempos inmemoriales, la lucha principal de la raza humana ha sido la disputa por el poder, vemos gracias a la magia del cine y de la televisión, el recrear hechos reales en películas o en series, como en el pasado, la lucha de quien tiene el poder, no tiene miramientos, no respeta nivel de amistad, ni de familiaridad, en cuanto a decidir quién vence y se alza con la gloria de la cúspide del poder político, es por ello que hasta la relación de sangre, la lucha por el poder la vuelve agua.
Sobran las referencias históricas donde hijos le han arrebatado el poder a sus padres, la más frecuente, entre hermanos, entre esposos, y que usted le deja, lector, cuando solo está de por medio la frágil relación de una amistad, vivo en mi memoria, decenas de casos que he conocido de primera mano, muchos que todavía lastiman el alma, como el diferendo de dos hermanos en la lucha por la democracia Jacobo Majluta y mi padre.
Algo más bien sin sentido, porque mi progenitor tenía tanto afecto por el turco (como le decían a Jacobo) que todos entendíamos que el líder del PRD era majlutista, pero en el deseo irrefrenable de los equipos cercanos a ambos por llegar a la mansión de Gazcue los dividió, para solo volverse a reencontrar, ambos hermanos, en el año 1995 los dos con cáncer caminando directo al mundo de lo ignoto, con diferencia de llegada al mismo de pocos años.
No creí poder ver de nuevo algo así, hasta que me toco en varias ocasiones mediar entre dos grandes amigos, Danilo y Leonel, vi como creció esas malquerencias ante la mirada indiferente del Comité Político de los morados y de supuestos amigos de ambos que lejos de acercarlos, atizaban la división entre estos, solo con el fin de hacerse simpáticos con el César de turno.
Lo único que si se es que Leonel y no por defenderlo, manejo con mayor racionalidad sus impulsos, porque es poseedor de una inteligencia emocional que lo hace volar como el águila en las alturas, donde no se dejo arrastrar por viejas pasiones, pese a que le sobrarán razones no le guió los resentimientos y se apartó dos veces del camino, apoyando decididamente a Danilo en las elecciones del 2012 y en la reelección del mismo para el año 2016.
Hubo de pasar el fraude o imposición del oficialismo en las primarias de los peledeístas del año 2019 para que el togado de Villa Juana, el tricampeón presidencial Leonel Fernández tomara la decisión de dejarle la cancha morada al presidente en ejercicio Danilo Medina, y a los 65 años de edad Leonel tomó la más difícil de todas sus decisiones políticas, separarse de su amado PLD, simplemente porque no le dejaron opción sus adversarios, que convertidos ya en sus enemigos quisieron con el uso del poder humillarle.
Esos dos casos retratan de cuerpo entero lo que hace la lucha por el poder entre cercanos, ese frenesí incontrolable por obtener y permanecer en el mismo, que en un efecto narcotizante del Síndrome de Hubris, no respeta valores y se traspasan alegremente rayas con pasos que después son difíciles de echar hacia atrás.
Escuche a papá decir en las últimas gestiones del presidente doctor Joaquin Balaguer, que el mismo era un caballero en La Paz (en los primeros tres años del su gestión), y un General despiadado en la guerra (en el año electoral ), así mismo se han comportado los que llegan al Olimpo del poder, casi todos los que se sientan en la silla de los alfileres, que se encuentran en la Casona de la Calle doctor Báez.
Por razones del destino y obligado por las cirscuntancias, los partidos que apoyamos a Leonel en los difíciles momentos de las elecciones del 2020, pactamos en lo senatorial, y en gran parte en lo municipal con el PRM y su candidato Luis Abinader, tuvimos meses de cercano trato por los trabajos propios de la unidad y hasta ahora hemos tenido una actitud de respeto los unos de los otros, algo de entenderse que nos debía llevar a una etapa de coexistencia pacífica, pero el monstruo del poder palaciego despertó y buscando quedarse en el comenzó a accionar, y su primera declaración de guerra es la es ponerle piedras a una posible alianza de la oposición, buscando restringir aún más las posibilidades de acuerdo de las candidaturas entre los partidos, que llevó al estimado Pleno de la JCE a un camino agreste, porque se piensa que actúan en favor del oficialismo, en un tema que debe ir en favorabilidad a lo que quiere y le conviene al sistema de partidos.
No bastó que el danilismo gobernante impusiera la cuota restrictiva para alianzas de un 20% en la Ley núm. 33-18 de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos, ahora se quiere aplicar nueva vez que este sea por nivel de elección, desestimando la voluntad del legislador cuando estableció todo lo contrario en el artículo 136 de la reformada y recién promulgada Ley Núm. 20-23, Orgánica del Régimen Electoral, que permite alianzas hasta en la totalidad de las candidaturas de un mismo nivel de elección.
Lo peor es que esto, se hace a sabiendas que en República Dominicana tenemos un sistema multipartidista, donde hay ya 31 partidos políticos reconocido, y entiendo que se reconocerán unos 3 o 4 más, ¿de verdad que no sé, para qué? porque si en la práctica se les impide aliarse o coaligarse no tiene efecto el fortalecer con más opciones electorales este democrático sistema político.
Los modernos están decididos a jugar con duro, a hacer valer el peso del gobierno y actuar para hacer inviable una real posibilidad de una gran alianza de las fuerzas opositoras, comenzaron los popis del cambio a jugar con las mismas armas que sus contrarios de ayer, no se dan cuenta los actuales inquilinos del Palacio Nacional que están escupiendo hacia arriba y que también les caerá saliva, porque empezaron a parecerse a los que de manera antidemocratica quisieron imponer reglas de participación electoral que les fueran favorables.
Para algunos les extrañara esa acción, a quién esto escribe no, primero porque saben que solo con artimañas pueden tener alguna posibilidad de retener el poder y porque propio del proceder y de la idiosincracia de todos los nacidos en esta media isla, consabida es la frase “que si quieres conocer a Armandito, dale un carguito”, esta será una de muchas acciones que veremos realizar de parte de los impolutos hacedores del Gobierno del Cambio.