Por José Francisco Peña Guaba
El trabajo desarrollado desde la constitución del Foro Permanente de Partidos Políticos de la República Dominicana (FOPPPREDOM), ha sido siempre en defensa del sistema de partidos políticos, del respeto a la institucionalidad de todas y cada una de las organizaciones políticas, y solo he tratado de advertirles a mis colegas directivos de los partidos lo que ya por experiencia vivida conozco.
A los amigos de los partidos políticos que desean apoyar al oficialismo, les he dicho hasta la saciedad que a los gobiernos en este país no se les apoya sin recibir una cuota real de participación en el tren gubernamental, porque eso les impedirá conseguir un caudal importante de votos a las fuerzas minoritarias que así lo hagan.
En el caso del Partido de la Liberación Dominicana, organización política de la que estuve como aliado por 20 años por el BIS (1999-2019), en el cual poseo un nivel de afecto con gran parte de su dirigencia y militancia, para advertirles de muy buena fe, de los errores estratégicos que estarían cometiendo, si insisten en aislarse o quedarse fuera de una coalición opositora, como la que estaremos armando próximamente.
El PLD ha sido históricamente el partido que más alianzas ha construido en este país, casi todas exitosas, en la del 1996 cuando lograron que el gobernante reformismo les apoyara, en el año 2004 regresaron al poder con el favor de seis partidos, fue creciendo el nivel de soporte partidario para las elecciones del 2006, 2008, 2010 y 2012, donde 14 organizaciones reconocidas respaldaron al ex presidente Medina, que ganó por la mínima de algo más del 51%.
Desde el 2016 hasta el 2020 fueron reduciéndose los báculos partidarios al acorazado morado, y al día de hoy, el PLD no cuenta con apoyos entre los partidos políticos reconocidos ante la JCE. Tres razones son las primordiales para la soledad de alianzas de los morados: 1.- el danilismo gobernante expulsó del tren gubernamental al PQDC, FNP, PUN, PRSC y al BIS; 2.- posterior a eso, hicieron aprobar con su mayoría mecánica en el Congreso, la Ley 33-18 de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos, y en el artículo 75, inciso 1, decretaba la extinción de la personería jurídica de las organizaciones minoritarias, esa innoble acción del peledeísmo gobernante le granjeó un sentimiento de animadversión entre el sistema de partidos, que todavía permanece, y 3.- como bien, y, sinceramente, lo expresó el licenciado Francisco Javier García, en varias ocasiones jefe de campaña de la tolda morada, el PLD siempre ha ganado las elecciones, gracias a los aportes de los aliados, entonces no se explica el porqué hoy los beneficiarios directo de tanto sostén partidario se nieguen a realizar alianzas.
Paso a explicar desde nuestro punto de vista, las razones de esa anti estratégica decisión y las consecuencias que prontamente se derivarán de esta demencial intención, que sin lugar a dudas haría colapsar al peledeismo, veamos;
- Al PLD le queda aún más de 100 incumbentes actuales entre alcaldes y directores de distritos municipales, líderes principales de las demarcaciones, porque son los que tienen en la mano la nómina de los empleados peledeistas, es lo más natural que su partido trate de preservarle sus espacios a los mismos, si la cúpula decide que ellos van a perder de antemano, estos se verán casi obligados a refugiarse en las dos coaliciones que se armando, la del PRM y la Fuerza del Pueblo;
- El efecto dominó que producirá la ida de los ejecutivos municipales será devastador para el PLD, y esto podría crear un contagio de deserciones a otros niveles, que produciría una especie de abducción de la dirigencia, y de la actual base morada hacia primordialmente la Fuerza del Pueblo y en menor medida hacia el oficialismo;
- Está anti estratégica acción haría colapsar la virtual candidatura presidencial del eficiente alcalde santiagués Abel Martínez, lo que mostrará de inmediato en las encuestas y en la opinión de los electores, tanto por las redes como en los programas de radio y televisión, esa catastrófica situación a casi un año de las elecciones presidenciales, harían llevar al PLD a una votación por debajo de dos dígitos, lo que podría hacer que esto se decidiera entre las dos coaliciones en primera vuelta electoral, entre Leonel y Abinader;
- No habrá forma de cómo el PLD, el partido político arquitecto de las históricamente más exitosas alianzas electorales, le pueda explicar a su militancia y a la sociedad el porqué de esa suicida acción, lo que dará pie a todo tipo de conjeturas, desde un sórdido acuerdo con el oficialismo por razones no precisamente electorales, o que el odio de una parte de la cúpula de la estrella amarilla hacia Leonel es mucho más importante que el interés de sacar del poder a los que con sus acciones, desde el pináculo del poder, han afectado sensiblemente la marca PLD;
- La cúpula morada se contradeciría por los antecedentes electorales siguientes: en el 2000 con la alianza del BIS, que obtuvo más de 40 mil votos para esas elecciones lograron destronar del segundo lugar la candidatura del doctor Joaquin Balaguer; en el año 2004 el PLD hizo alianzas con 6 partidos (BIS-PTD-PLRD-FNP-APD-UDC), sumándoles estos más de 9 puntos (292,494 votos) a los 57.11% de sufragios obtenidos por Leonel Fernández como su candidato presidencial; en el 2008 se adicionaron 5 partidos más, al llamado Bloque Progresista (PUN-PQDC-PPC-PDP-PDI), esa alianza con 11 organizaciones le sumaron más de 10 puntos a los 53.83%, logrando la reelección del Fernández. En las muy competidas elecciones del año 2012, donde fue candidato presidencial, el hoy presidente de los morados, Danilo Medina, aunque se perdieron dos aliados, la APD y el PDI, se adicionaron 3 partidos más (PRSC, PAL, PCR), sumándole esta alianza 13.5 puntos a los peliagudos 51.21% de votos obtenidos. En el 2016 para la reelección de Medina, los morados perdieron 4 aliados (PRSC-PUN-PQDC-FNP), pero se sumaron el PRD, MODA y PDI, cuyos aportes totalizaron 11.5 puntos de votos al hegemónico PLD. Para el año 2020, ya el PLD solo tenia como aliados 7 organizaciones (PRD-MODA-UCD-PCR-PDP-PRI-PAL), perdiendo la mitad de los partidos con los que en anteriores elecciones llegó a pactar;
- Como lo exprese arriba, el portentoso PLD terminó de dañar sus relaciones con la partidocracia nacional, cuando hizo aprobar la Ley Núm. 33-18 de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos, y eso todavía afecta muy seriamente al PLD, porque la mayoría de los partidos minoritarios no desaparecieron, gracias a una interpretación constitucional que en favorabilidad hizo el pleno de la JCE, encabezado por el doctor Julio César Castaños Guzman, que determinó en la resolución de marras que “no hay democracia, sin partidos”;
- Hoy en día, existen 32 partidos reconocidos, y es posible que se reconozcan 2 o 3 más, o sea somos un sistema multipartidista, el PLD no cuenta con organizaciones aliadas, tendría que pactar con la Fuerza del Pueblo de manera casi obligatoria para que pudiesen estar integrados en una coalición compuesta entre 7 a 10 organizaciones, de los 14 o 15 partidos que podrían ser parte de la Coordinadora Electoral Opositora;
- La boleta física en las próximas elecciones, tantos en las municipales como en la congresual y presidencial, donde estarán 33 o 34 recuadros sin contar los de las agrupaciones y movimientos en algunas demarcaciones, el solo aparecer los candidatos del PLD en uno o a lo sumo dos recuadros, en términos de influencia y la percepción del elector sería sencillamente catastrófico para los postulados por el acorazado morado;
- Los actuales incumbentes del área municipal y congresual más los aspirantes a dichas candidaturas en los niveles antes descritos del PLD, perderán el compromiso de fidelidad recíproca con su virtual candidato presidencial y a la vez con la cúpula morada, por entender que estos los abandonaron, que no pensaron en ellos, que los negociaron con su política antialianza opositora, y los mismos serían seducidos o llamados a apoyar y ser parte en las boletas de las dos coaliciones principales, las que encabezarán el PRM y la Fuerza del Pueblo;
- En medio de la delicada e intrincada situación legal de una parte de ex funcionarios en las gestiones de Danilo Medina, no serán pocas las voces que propalarán la especie de que los imputados y los que estarían en proceso de serlo estarían negociando la solución personal a sus problemas, a través de influir determinantemente en la decisión del principal organismo de dirección del PLD, para evitar que se construya una alianza casi total de la oposición para las elecciones municipales, y con ello permitir que se fortalezca el proyecto reeleccionista de los modernos, cosa que quien esto escribe se niega de verdad a creer.
La Resolución Núm. 14-23 de la JCE, producto de una victoria opositora, logró que en los nuevos plazos legales del próximo día 17 y 27 de este mismo mes, tomen la decisión los organismos principales de los partidos políticos y su posterior comunicación al alto organismo comicial, tanto de las reservas del 20% de las candidaturas propias por nivel de elección como también de las posiciones cedidas para alianzas, lo que hace suponer que para tales fines todos las organizaciones reconocidas por la JCE, deberían previamente establecer cuáles serían su cuota de participación en términos de candidaturas en una determinada alianza o coalición.
Al obligar el PLD a sus aspirantes e incumbentes a las candidaturas a postularse en solitario, convertiría al PLD en una piñata de las dos principales coaliciones que se repartirían la mayoría del liderazgo electoral del otrora acorazado morado, porque quien en su sano juicio querría exponerse a una derrota segura y a efectuar un gasto millonario, por solo actuar en solidaridad con una cúpula y un candidato presidencial que de manera aviesa les negó la posibilidad real de ganar o competir en mejores condiciones como potenciales candidatos de una amplia coalición opositora.
Le hemos servido a la democracia, a la institucionalidad partidaria, por eso nuestro permanente interés en los acuerdos entre partidos, porque no soy parte, ni promuevo, ni apoyo el transfuguismo electoral, pero cada organización política es responsable de que su decisión sea cónsona con las aspiraciones y los criterios de su alta dirigencia y militancia, cuando la acción unilateral de los presidentes de los partidos o de un reducido grupo de su dirección, toman una postura contraria a lo que quiere su base de apoyo, las consecuencias de esta imprudente acción no se hará esperar.
Si el Comité Político del PLD en los próximos días no corrige el anti táctico error de sus principales directivos, en una incomprendida línea anti alianza opositora, convertirán al peledé en una auténtica “piñata morada”, para las coaliciones partidarias que se repartirán en disfrute el liderazgo electoral y una parte importante de la militancia de la que fuera en el pasado, la más inteligente organización política, la armadora de la más exitosas alianzas electorales de toda la historia de la República, el otrora portentoso y hegemónico Partido de la Liberación Dominicana.